Devil's Kitchen | Jeon JungKook.

𝐹𝑜𝑢𝑟

— ¡Eres increíble EunMi! Ya me tienes cansada - me gritó HanSeul hirviendo de ira.

— Han...

— ¡No, cállate! He aguantado tu actitud de mierda todos estos años, pero no aceptaré que me hables de ese modo, yo no soy cualquier persona - habló sin darme oportunidad de decir cualquier cosa.

— Yo.. - le interrumpió.

— No, no intentas cambiar lo que dijiste, puedo soportar que hables mal de tu jefe, que hables mal de los maestros, claramente todos lo hicieron, ¡pero yo no soy alguien de quien puedas burlarte de esa manera!

Se preguntará cómo llegamos a esto. Era sencillo.

Luego de la humillada que me di con mi jefe hace dos semanas las cosas fueron matarlo con la mirada todo el día intentando que lo notara. Y creo que funcionaba porque siempre era yo quien tenía que ponerse a limpiar la cocina, recogía lo que se caía o sacaba la basura.

Por ello todo ese tiempo estuve de un humor de perros, y gracias al idiota de mi padre solía desquitarme con la gente que se me pusiera en frente, usualmente eran mis profesores. Pero esta vez fue HanSeul.

Ella siempre soporto mis ataque de odio por mis maestro. Vamos, estaba en la escuela de gastronomía, allí muchos maestros exigían y ponían mano firme en muchos trabajos, por lo que naturalmente terminaba enojada con ellos y era HanSeul quien me soportaba en estos momentos.

Desafortunadamente esta vez el motivo de descarga de mi obvio fue ella, y no me justifico para nada, había comenzado a quejarme de mis cosas hasta que dije algo hiriente hacía ella.

— No quería...

— Claro que no querías, pero lo hiciste EunMi, sabes que mi familia es lo más importante que tengo, sabes que perdí dos hermanos hace poco, y que me vengas a despreciar y hacer menos mi sufrimiento, es algo que no toleraré ¡para nada!

— HanSeul escúchame

— Ya te escuché lo suficiente, 5 años soporte que tiraras mierda a la gente, porque llegó a ser divertido, pero aquí la única mierda eres tú EunMi - me señalaba con desprecio mientras yo sólo la miraba con arrepentimiento. — y nunca vas a cambiar

— Yo..

— ¿Sabes que? te vas a quedar sola

— ¿Disculpa? - me sorprendí porque me dijera eso.

— Nadie querrá acercarse a ti si sigues teniendo esa actitud despreciable, arrogante con complejo de diosa ¡No lo eres! Y es momento de que alguien te lo diga EunMi ¡no eres una diosa! Seguirás pensando que por ser buena cocinera tienes el derecho de tratar a la gente como se te venga en gana, pero así no son las cosas. Y yo ya termine con esto

Y sin más dio media vuelta y fue dejándome allí pensando en todo lo que me habia dicho.

Las palabras de HanSeul fueron como una bofetada para regresarme al mundo real, y era que jamás había dejado que alguien me tratase de esa manera. HanSeul tenía el poder de hacerlo, ya que era la única que soportaba mis berrinches. Hasta cierto punto entendía lo que sentía.

Ni siquiera me di el lujo de llorar, estaba tan sorprendida por todas las cosas de las que me estaba dando cuenta que no pensé en llorar, tampoco salían solas. HanSeul tiene razón.

Antes había dicho que la gente no se acercaba a mi por mi actitud nefasta y eso a mi no me importaba, porque la tenía a ella, quien parecía ser la única amiga real que logre conseguir en todos estos años. Pero ahora que la miraba caminar lejos de mi sabía que había perdido la única persona que había soportado mis arranques de ira.