Yo decidí amarte (Jaylos_Original)

Capítulo 10

-Suéltame, por favor- pedía Carlos con una tonada de voz seria y fría, demostrando tal sensación que había conseguido que el hijo de Jafar se le quitará de encima y diera unos cuantos pasos detrás, ocasionando que él se dirigiera hacia la rueca, acercando su mano derecha (específicamente su dedo índice) entre vagos susurros -Es lo mejor para todos...

-¿Carlos?

-Esto... no debió haber pasado...- comentaba con vergüenza mientras se ocultaba con su otra mano libre el rostro, aunque su voz empezaba a quebrar por la culpa -Yo soy quien debe disculparse... te hice algo horrible, a tí... a Audrey... a todos- armándose de valor, se dio la vuelta para verlo a los ojos, pero sin despejar su mano en dirección a la rueca -Jay... realmente lo siento, quería decírtelo y

-¿Lo supiste?- interrumpe Jay mientras preguntaba confundido, pero por otros motivos distintos a los del peli-blanco

-Perdón, me lo dijeron las chicas y... yo no quería... yo

-Esta bien- decía Jay con una sonrisa ligera, acercándose con mucho cuidado para tomarlo de los hombros con esa sensación animada -No paso nada, no estoy molesto

-¿Enserio?- se sorprendió bastante Carlos de la actitud que estaba tomando

-Enserio, es más... fue lo mejor que me haya pasado

-¿De verdad?- aun seguía sorprendido, incluso incrédulo de lo bien que había asimilado Jay todo lo del hechizo -Pero creí que...- su frase no fue completada por un beso que lo silencio de manera desesperada y ligeramente posesiva; Carlos estaba impresionado, Jay lo rodeaba con sus brazos, y a pesar de que momentáneamente Carlos se dejo llevar por ese beso, reacciono sorprendido y se separo de manera brusca para luego taparse su boca -¿Qué haces?- pregunto entre enojo y pena -¿Como se te ocurre besarme? ¿Acaso no te importa el hecho de que estas hechizado?

-¿De que estas hablando?- pregunto muy confundido Jay, para luego recordar que él era el único que sabia sobre este juego que las chicas le hicieron pasar -Ya veo... Carlos

-No- se alejaba de él, tratando de apegarse a la rueca como señal de que la tocaría si se sobrepasaba como la otra vez -Ya no sigas Jay... puede que no pueda romper el hechizo

-Carlos, tienes que escucharme

-Pero puedo hacer que mi hechizo sea mas duradero... solo si toco la rueca

-Carlos

-Tal vez la manzana no fue lo suficientemente poderosa como para hacerme dormir

-¿Que?- impresionado, Jay tomo a Carlos con la intención de que lo mirara a los ojos para demostrar una cierta preocupación de lo que decía -¿Tú sabías que era la manzana de la madre de Evie?

-No... no lo sabia, pero- en eso Carlos recordó cuando mordió la manzana y comenzó a perder el aliento, como sus ojos pesaban y su consciencia se perdía, en ese momento supo que era algo envenenado y lo acepto como tal; Carlos, con toda la pena del mundo, alejaba a Jay de su lado para mirar de nuevo la rueca, pero esta vez con mayor determinación -Hago esto por tu bien Jay...

-Jamás fui hechizado- Jay se lo dijo directamente,sin rodeos ni decoración en las palabras, no lo demostraba pero Carlos se sorprendió demasiado al escuchar eso, incluso pudo verse como dudo ante lo que hacia con su mano, haciendo que Jay esbozara una ligera sonrisa al darse cuenta de ello -Todo fue un truco de Mal y de Evie para que estuviéramos juntos, es cierto que... me fue muy difícil el creerles pero... luego me lo confirmaron y... Carlos, te amo- con esas simples palabras, Carlos se ruborizo con ligereza, a pesar de que no volteaba a verle y solo mostrara su espalda, era muy notable los nervios que le estaban dando por tal confesión... una extraña combinación entre confusión, temor y felicidad. Fue a tal punto que ni siquiera se había dado cuenta del momento en que Jay se había acercado para abrazarle desde atrás y a pesar de que se exalto por ello, dejo que lo abrazara... podía sentir el corazón de Jay que se sincronizaba con el suyo... sentía algo de paz, hasta que pudo sentir como Jay lo acercaba de nuevo a sus labios