|| Paralytic Love 2 ||

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El preciso toque de las teclas en el piano daban lugar a un bello compas que resonaba en la habitación, con un ritmo suave y pausado. Provocando un aire tranquilo y apaciguado en el lugar, que te deleitar los oidos

El dulce son de For Elise era perfecto; correcto y exacto. Hasta que casi a su final un sol fuera de lugar arruino por completo la bella anterior balada.

- Lo siento - Dijo el moreno apenado mirando arrepentido al albino que todo el tiempo lo había escuchado tocar.

Killua bufó, eso había sido casi perfecto. Estas dos semanas él y el chico habían practicado todos los días sin falta a la hora de la merienda, le había enseñado todo; las notas, mayores, menores, el compas etc... y vaya que el moreno le causó varias molestias con sus constantes equivocaciones. Pero se había esforzado mucho y él lo sabía.

Cerró sus ojo y se acercó al banquillo del piano donde estaba sentado, se miraron unos segundos.

- Lo hiciste bien - Dijo con tono más suave del que usualmente utilizaba, uno que había comenzado a utilizar cuando comenzaron sus clases con el azabache.

Gon suspiró aliviado, creyó que el albino lo regañaría y dejaría de darle clases.

- Anda sigue practicando -

Gon asintió y volvió su concentración al piano.




Al día siguiente el albino y el moreno cuando Gon, fue a dejarle la merienda al mayor, continuaron las clases.

- Lo hiciste mejor que ayer, muy bien- Felicitó o eso pareció pues su tono de voz no sonó de acuerdo a lo que dijo. Sonó simplón con un toque de prepotencia.

Aún así con se alegró, sonrió contento.

- Muchas gracias, Killua-Sama, es usted muy amable por enseñarme - La dulces palabras inocentes junto con la linda sonrisa, hizo sonrojar al pálido que dejo de ser pálido.

Giro su silla avergonzado.

- Ni te emociones demasiado, lo hago por que me das pena - "Se defendió" con palabras casi groseras. No obstante nuevamente no hicieron efecto en Gon que siguió con esa sonrisa en su rostro.

De pronto un ruido ligero pero extraño se escuchó. El rugido del estómago de Gon. El azabache se encogió avergonzado.

Killua voltio a ver hacia el dueño de aquel sonido.

- ¿Tienes hambre? - Preguntó.

- No, no estoy bien - Explicó notablemente borchonado, pero fue delatado cuando su pancita volvió a rugir audiblemente. Sus mejillas se acaloraron y agachó la cabeza.

Killua rodó los ojos para luego resoplar. Tomó una galleta de las que el moreno le había traído y se la extendió. Este miro la galleta y luego al albino.

- Ohh no Killua-Sama estoy bien enserio - Intentó convencer mientra movía sus manos en negación.

- Comela - Dijo, pero miró al moreno abrir su boca para contradecir - Es una orden - Añadió con firmeza.

Gon acató su mandato y con temeridad recibió la galleta. Primero dio lento mordisquito, pero luego literalmente devorar la galleta. Killua miró esto y se le pareció a una adorable ardilla tragando una nuez.

Jodidamente tierno.

Sacudió su cabeza ante el pensamiento fuera de lugar.

- Comete las demás, ya yo no las quiero - Le entregó el plato con unas cuantas galletas más. Gon tomó eso también como una orden y las comió.

One-Shots (Killugon) HXHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora