Capitulo 1

137 46 18
                                    

Me desperté por unos golpes en mi puerta. No entendía que pasaba hasta que vi a mi mejor amiga entrar furiosa a mi habitación.

-Mira la hora que es Alisse y todavía no estás levantada -me regañó.

-Mmm... ¿Qué hora es? -le pregunté mientras me refregaba los ojos.

- ¡Son las 09:30! -me fulminó con la mirada.

Mierda, teníamos cita con el doctor a las 10:00 a.m.

-Lo siento -la miré apenada-. Me baño rápido y estoy lista.

Me levanté de la cama de un salto, agarré mi toalla, un poco de ropa y me encaminé al baño mientras ella me seguía los pasos y continuaba retándome.

Cuando entré al baño le cerré la puerta en la cara. Quería mucho a mi mejor amiga, pero a veces es muy fastidiosa y más ahora que está cursando su tercer trimestre de embarazo.

Me duché lo más rápido que pude, no quería que Naomi se ponga más idiota de lo que ya estaba.

Me vestí con lo primero que encontré y me miré al espejo para ver cómo estaba. Me tomé un momento para detallarme, no me consideraba alguien linda, pero tampoco era fea. Puedo decir que soy "pasable".

Era morena. Mi cabello largo llegaba hasta mi cadera, era marrón y con ondas sin formas. Mis ojos eran de color marrón claro, no era gorda, pero tampoco era flaca, ya que tenía uno que otro rollo.

Salí de mis pensamientos al recordar que ya íbamos tarde.

Terminé de recoger mis cosas y me encaminé a la cocina.

Encontré a Naomi metiendo un puñado de cereales a su boca.

-¿Vamos? -le pregunté mientras intentaba no reírme de la cara que ponía mientras masticaba.

-La próxima que me hagas demorar, te juro que te voy a dejar.

Pasó a mi lado, agarró su bolso y se dirigió hacia la puerta.

Rodeé los ojos y suspiré, hoy será un día muy largo.

Al salir del departamento, el viento frío de los últimos días de agosto acarició mi rostro. El invierno pronto acabaría y daría paso a unos días cálidos de primavera.

A pesar del mal humor que tenía por culpa de Naomi, estaba contenta porque otra vez estaría presente para ver a la pequeña Xiomi a través del ultrasonido. Y sé que su mamá también está muy contenta, aunque esté echando humo, porque ya estamos yendo demasiado tarde a la cita que habíamos programado.

Cuando llegamos nos apresuramos al recibidor para consultar si ya nos habían llamado y para nuestra suerte, éramos las siguientes.

Nos encaminamos a los asientos que estaban al frente de la puerta del consultorio.

La sala de espera era un lugar bastante iluminado. Las paredes eran de un color blanco, estaban decoradas con cerámico color marrón, que iban desde el piso hasta la mitad de la pared.

Sabía que eso era para que la pared no absorbiera humedad. Ya que vi en varios lugares la misma decoración.

El mostrador, por otro lado, se encontraba a la derecha del consultorio, y frente de él, estaban distribuidos los asientos para la espera.

Estábamos en un silencio cómodo, y estaba agradecida por ello. Últimamente Naomi ha estado un poco alterada porque ya se acerca la fecha de parto y está hecha todo un manojo de nervios y miedo por temor a que algo llegara a suceder.

Cuando escuchamos el apellido de la castaña, las dos nos paramos al mismo tiempo y nos miramos nerviosas.

Aunque ya hayamos pasado por esto muchas veces a lo largo de 8 meses de embarazo, no dejamos de ponernos un poco inquietas cuando se trata de simples controles.

Little Love ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora