Narra Eleanor
Despertamos en una sala oscura, estabamos amarradas de pies y manos, nadie tenia sus armas. Grité por ayuda, y las chicas despertaron, mientras mis gritos retumbaban en toda la sala.
Narradora
De repente, aparecieron 10 criaturas pequeñas, de piel color a muerto y una voz tan chillona que podrían hacer tiritar a cualquiera. Aparentemente eran duendes del túnel; eran criaturas mudas que todo lo que tocaban lo convertian en cobre, anteriormente eran sobre-explotados por las personas, pero una vez que hubo un incendio en el lugar donde vivían, ya nada se supo de ellos hasta ese momento.
Se les acercaron lentamente y tocaron las cuerdas que las amarraban a las chicas, y mientras ellas temblaban y forcejeaban en el cobre, se dieron cuenta de algo; Billy no hablaba, al ser un muñeco ventrílocuo no podía hablar por su cuenta. Los duendes lo consideraron como un rey para ellos, asi que lo soltaron y llevaron lejos del rincón donde las chicas permanecían
-no!! No se lo lleven!!! No a él!!!- suplicaba Sussie, pero era tarde, ya no la oían -Sussie tranquila! Ya veremos que hacer...- dijo Hish, mirado lado a lado, pensando un plan -él...es mi hermano...nunca estuve lejos de él...ni él de mi...si algo le hacen yo...no podría vivir en paz nunca- lloriqueaba la muñeca, haciendo que unos dibujos de su rostro se borren -y...si me desespero...no parezco yo...- sollozó -oigan...donde esta Dukuere?- se preguntó Dirk -me da...escalofríos que no este con nosotras- dijo, intentando safarse de las cuerdas de cobre.
Billy, por otro lado, era tratado como un rey; le hicieron de comer, le dieron una cama y lavaron su ropa. Él les preguntó en un lenguaje de señas porque se desquitaban con sus amigos, si despues de todo, solo Dirk era un humano. Ellos dijeron, escribiendo en el lodo, que todo lo que se asemeje al ser humano era una amenaza. Billy les apostó que si las convertían en cobre su corazón seguiría latiendo, aunque sonara una locura, en personas leales no importa lo externo sino la voluntad del corazón. Los duendes corrieron a por las chicas, y las convirtieron en cobre. Para su sorpresa, el pulso seguía normal, por lo que deshicieron su magia -Billy!!!- exclamó Sussie, abrazandolo y llorando en su hombro -por qué nos liberan de repente?!- preguntó Dirk, tomando a uno del cuello y amenazandolo con su navaja, que llevaba su mismo nombre. Este señalo al muñeco -yo les dije que su voluntad no era falsa, no eran destructivas como los humanos- dijo, con la ayuda de la mano de su hermana. Los duendes se sorprendieron por el hecho que Billy hablaba, y por otro lado se disculparon por juzgarlas mal -estamos buscando a un grupo de chicos que fueron secuestrados, las sirenas dijeron que vieron a 2 encapuchados y a otro que forcejeaba, vieron algo asi?- consultó la Neko amablemente. Escribieron en el lodo que los 2 encapuchados los habían pateado cuando ellos buscaban fruta, y que las sirenas tenian razón. Escribieron también que vieron a un mimo, un chico de pelo azul y otro que era un demonio o algo asi. Con esa información concluyeron que eran sus amigos. Se despidieron de los duendes y estos prometieron estar a su lado cuando sea que los necesiten, y les dieron un silbato, dicho aparato servia para llamar a cualquier criatura que deseen, hadas, duendes, sirenas, etc.
Saliendo del lugar ya anochecia a penas, pero eso no las detuvo, asi que solamente decidieron seguir adelante...
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Extraña novela de hadas
Ficção AdolescenteTodo comienza en una fiesta; personajes diversos como sus personalidades. Todos disfrutaban, hasta que un grupo es el interés del evento, y todos se acercan a ellos por el simple hecho que eran ellos mismos. Esto activa una envidia desconocida pero...