Capítulo 1

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Acariciaba su espalda desnuda lentamente, observando como la luz que entraba por la trampilla del techo de mi habitación trazaba sombras en su piel con el movimiento de las hojas de los árboles.

Era preciosa.

La forma en la cual su cabello rojizo caía sobre su rostro, haciendo que unos mechones rebeldes se quedaran en el.

Charlotte.

"- ¿Te puedo llamar Char?
- ¿Por qué?
- Porque tu color de pelo me recuerda a Charmander."

Sonreí para mí misma al recordar la forma en la cual empecé a llamarla así.

Seguía acariciandola, suavemente con mis dedos, pasandolos por su suave piel. Me incorporé un poco tapando mis pechos desnudos con la sábana, y me incliné suavemente sobre ella para empezar a marcar su espalda con un rastro de suaves besos que les proporcionaban mis labios.

Noté como se estremecía ante esto.

Sonreí para mí de nuevo y acto seguido mordí ligeramente su blanca piel.

Escuché como exhalaba, y en menos de un segundo, ya me encontraba debajo de ella.

- ¿Qué estabas haciendo? - me susurró alzando las cejas con su pelo despeinado.

Dios, hasta así esta jodidamente sexy.

- Darte los buenos días.. - me mordí el labio instintivamente al observar su cuerpo desnudo sobre el mio.

Sonrió con malicia. Su sonrisa de medio lado que me indicaba siempre cuando iba a hacerme algo.

En un momento ya tenía sus labios pegados a mi cuello, besándolo. Sentía como un escalofrío recorría todo mi cuerpo. Sus besos me volvían realmente loca. Tomó mi piel entre ellos y empezó a succionarla, lamiendola con la punta de su lengua.

Reprimí un gemido. Sabía que era eso lo que quería.

Entrelazó sus manos a las mias, apoyandolas en la cama. Bajo sus besos por mi garganta, tras haberme dejado una leve marca en mi cuello.

Sentía como mi cuerpo se aceleraba con tan sólo sentir a Charlotte sobre mí.

Empezó a besar mis pechos, algo que hizo que se me erizara la piel.

Alzó la vista un momento, dejándome ver sus preciosos ojos color verde azabache. Sonrió de nuevo con esa sonrisa, y antes de que pudiera articular palabra su suave y húmeda lengua pasó por mi pezón, endureciendolo al segundo.

Gemí encorvando mi espalda, haciendo que mis pechos se elevasen y se pegasen a su boca.

Ella siguió lamiendo, para después apretarme el otro pecho mientras me empezaba a chupar el pezón con ganas, haciendome pegar pequeños gemidos sin parar.

De repente paró. Se incorporó sobre mi cuerpo y se quedó sentada sobre mí.

Parpadeé y la miré espectante.

- ¿Por qué.. por qué paras? - tragué saliva al notar lo caliente que me había puesto en seguida.

- Es la hora del desayuno - volvió a sonreirme de nuevo con malicia y se levantó de mí, poniendose la parte de abajo de su ropa interior y una camisa grande que tapaba su cuerpo, pero que aún así, me dejaba contemplar la vista de su duro y tonificado culo.

Se encaminó hacia la puerta y al llegar a ella, apoyó la mano en el marco y me miró.

- ¿No vienes?

La observé detenidamente. Hacía como si hace unos escasos minutos no me había puesto cachonda perdida, increíble.

- Ahora voy. Deja que.. me recomponga.

Me dedicó una última sonrisa, esas que me derretían de tan sólo mirarme.

- Esta bien, pero date prisa, que tengo mucha hambre.. - se mordió el labio y desapareció por el pasillo.

Me quedé embobaba mirando a un punto indeterminado y moví mi cabeza para disipar mis pensamientos.

Inspiré hondo y me dejé caer sobre mi cama, observando el cielo que se podía ver a tráves del cristal de la trampilla.

En verdad me quedé mirando las letras a rotulador que me había escrito Charlotte en el.

"Mornings would be better if

I woke up nex to

you."

Sonreí llevándome la almohada a la cara.

En verdad, esta chica me volvía loca.

Memories with herDonde viven las historias. Descúbrelo ahora