LINDO ; MarkBeom.

Final.

JaeBeom al escuchar a su Hyung no dudo en ir se contra el, estampando sus labios en los suyos.

Lo que menos creía que pasaría, se cumpliría, lo que tanto anhelaba, finalmente sucedería.

Por fin, todo cambiaría...

-No sabes cuanto amo esto. -Dice Beom, estando sobre el regazo del mayor. -Pero aún tengo otra duda..

-¿Cuál es, lindo?-Acaricia suavemente su mejilla.

-¿Realmente me quieres? ¿No te estas forzando a corresponder me? Se sincero por favor. -Pregunto con miedo, viéndolo fijamente.

Su voz se escuchaba claramente rota, y su expresión realmente le dolía, al verlo de repente tan decaído. El menor temía que jugará con sus sentimientos y el temía lastimarlo de nuevo.

La inseguridad era un problema, era entendible, todo había sucedido tan rápido, tanto que ni el mismo supera el hecho de quererlo. Yi En esta consciente de lo que han pasado, claro que si. Siente culpa, pero no por eso mentiría a su líder, ni mucho menos, fingirá.

Antes tomaba decisiones a base de su mente, ahora lo hace en su interior. Era honesto, estaba siendo honesto desde el instante que lo confesó. Había abierto su corazón, quitando la barrera de por medio.

Suspiro al terminar de estar en sus pensamientos, y volvió su vista en los ojos oscuros que lo apendeja tanto.

-Te quiero mucho Jae. Estoy seguro que lo hago, así que por favor, no dudes de ello. -Le susurro en su oído, mientras que lo rodeaba con sus delgadas pero fuertes brazos, abrazándolo con delicadeza.

-Lo lamento. -Continuo hablando. - Por haber tardado en darme cuenta y no haber tenido el valor de admitirlo, gracias por haber me querido... a pesar de ser una mierda.

JaeBeom sonrió aún estado abrazados y las lágrimas que amenazaban con salir, se habían desvanecido con las palabras del chico quién lo tenía locamente enamorado.

-Por lo menos aceptas que si has sido una mierda. Bien, te perdonó pero con una condición... -Habla, ahora el poniendo sus brazos alrededor del cuello de Tuan, teniéndolo tan cerca, escuchando perfectamente la respiración del mayor, que lo hacia ruborizar pero aún así, no dejaba que los nervios lo invadieran y permanecía con una sonrisa coqueta.

Mark inconscientemente tenía su ceño fruncido, se le hacia tan familiar esta situación.

-¿Qué condición? -Cuestiono, dudoso y ansioso a la vez.

-Dame un beso. -Contesta, riendo inevitablemente con sus mejillas carmesí, al recordar la primera vez que le había pedido esa petición.

Mark se relajo al oírlo, y una sonrisa traviesa se apareció en su rostro.

-A tus ordenes, lindo. -De inmediato acorto la distancia y unió nuevamente sus labios en un fugaz beso.

[...]

-Dije uno pero terminaste dándome como veinte. -Ríe.

-Tómalo como una promoción especial de 20x1. -Le dedica un guiño.

-Que buen servicio, 100 estrellas. -Dijo sonriendo, tomándolo del brazo.

Se sentía tan bien poder estar juntos sin temer de sus sentimientos, ni de lo que pensarán en resto. Solo estando ellos dos, dándose mutuamente amor, seguridad y protección, era su nuevo deseó, que nunca se terminara aquel bello momento.