Si tan solo

Feliz cumpleaños

Bueno esta vez no tarde años para actualizar jaja me inspire debido a que fue cumpleaños de Reisi y pues, llegó la inspiración. Esto para mí pm Oneshots, ni ssiquiera sé cómo seguir la trama jaja pero allí va~

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Parecía ser un día especial, pero Fushimi Saruhiko no estaba enterado ni interesado en lo que estaba ocurriendo. Sus compañeros se movían de un lado al lado preguntando sobre cuál sería el mejor regalo o qué deberían hacer para celebrar cierto cumpleaños.

¿Regalos? ¿Cumpleaños?

Ellos siempre tienen algo que hacer para desviarse de su obligación con el trabajo.

Fushimi le restó importancia, pero una vez que entro a cierta oficina, encontrando a cierta señorita y a cierto rey azul disfrutando tranquilamente de una taza de té como si fueran los mejores amigos, Fushimi sintió que su sangre hervía.

Sí. Desde hace varios días se ha sentido un poco diferente con respecto a la manera en la que veía la relación entre Seri y el capitán Reisi, le molestaba verlos juntos y siempre recordaba las palabras de ese pomposo Rey Azul.

“Parece que otra vez todos están perdiendo el tiempo” menciona Fushimi sentándose frente a su escritorio.

“Hoy es el cumpleaños del capitán, no he escuchado una felicitación de tu parte” menciona Seri.

Tch, cómo detesto sus comentarios. Piensa Fushimi ignorándola.

Reisi toma su te despacio, curva su labios ligeramente y luego agrega “Felicitar debe ser algo de corazón no por obligación”
Seri asiente.

Fushimi los mira de reojo, vuelve a chasquear sus labios. Se sentía incómodo estando allí pero tampoco quería dejar a los dos solos.

¿Qué sentir es aquello?

¿Celos?

No, no, no.

Definitivamente no.

¡Celos y una mierda!

Luego de unos minutos Fushimi decidió salir de esa oficina, muy a pesar de que no quería dejarlos. Pero necesita distraer su mente o se volvería loco de confusión.

No tenía con quién conversar, más bien, no confiaba lo suficiente en sus compañeros como para hablarles de esos temas estúpidos como los sentimientos hacia otra persona.

Listo, lo ha admitido. Sí tiene sentimientos hacia su capitán, pero no sabe exactamente cuáles son, claro comenzando por el hecho de que lo odia.

¿Realmente lo odia?

Fushimi llegó a la cafetería, observo que había un grupito que parecía organizar alguna fiesta sorpresa o algún evento.

“¡Fushimi por aquí! ¡Danos ideas para un regalo para el capitán!” exclama uno de ellos.

“¿Qué tal si agregan laxante a un pastel?” responde Fushimi. Aunque se supone que era una broma, todos ellos asintieron pero solo por la idea del pastel no del laxante.

¡¿O quizás debió decir pastel con afrodisíacos para que sepa lo humillante que es?!

Ante ese pensamiento, un bombillo se iluminó en la mente de Fushimi.

¿Devolverle el favor?

Oh sí.

Fushimi sonrió de repente, y los compañeros que estaban cerca de asustaron, sintieron que esa sonrisa no era de felicidad, era más bien de que algo terrorífico estaba pasando por la mente del tercer comandante.