Mis One-Shots y Drabbles (BTS)

El asesino del 11 (NamLex, Drabble)

NamJoon no podía encontrar relación que lo llevara al asesino. Su caso era casi imposible, pero él era optimista, él sabía que podía hallar al asesino, solo era cuestión de pensar y hallar pistas. El loco del 11 era todo un reto.

Alexander dejó una taza de café frente a él, le sonrió y le dio un beso en la cabeza.

-No te vayas a dormir tarde, cariño-le dijo antes de volver a la cocina para lavar los trastes.

NamJoon sonrió y miró la hora. Eran las diez y cuarto de la noche. No creía irse a dormir hasta más tarde.

Siguió mirando los archivos que tenía sobre la mesa, intentando concentrarse en ellos. Era difícil.

-Nam, iré a comprar leche antes de que cierre la tienda, enseguida regreso-dijo Alexander, NamJoon asintió y le pidió que tuviera cuidado antes de escuchar la puerta cerrarse.

Volvió a concentrarse en el archivo. Maldito asesino de mierda que no podía descubrir. El tipo tenía un buen método de asesinato, bien cuidado aunque era sanguinario y desastroso. Pero en su desastre no había huellas que lo delataran. Un trabajo limpio que resultaba muy sucio.

Mataba a sus víctimas con diez puñaladas antes de cortarles el cuello. Once movimientos para cegar la vida de la persona. Por lo general los asesinatos ocurrían entre las once en punto y once y once de la noche. Solía inmortalizar en algún reloj de la casa la hora en que asesinó a su víctima. Personas al azar que no tenían relación con nadie, era como un juego de niños en donde el ratón buscaba esconderse del gato. Y tenía que ser sincero, se escondía muy bien.

En los archivos había imágenes de los cadáveres. No los desnudaba, los dejaba tal cual estaban antes de que le diera los once golpes mortales. Lo único que les agregaba en los bolsillos o, en pocas ocasiones, dentro de la boca, eran once monedas antiguas que no tenían huella dactilar alguna. Casi como si pagara por el viaje final de los muertos.

Las viviendas, las personas, no tenían rasgos en común. Algunos eran mujeres, otros hombres, otros adolescentes, ninguno niño. Había casas, departamentos, de distintos tamaños y formas. Algunos tenían familias, otros eran solteros, algunos en pareja. Lo único en lo que coincidían, y que no le parecía extraño, era que estaban solos cuando eran asesinados. Muchos asesinos buscaban que la persona estuviera sola en casa para atacar, era más fácil llevar a cabo su cometido así que con más personas que pudieran dar información a los policías sobre su apariencia y demás. Era una regla esencial en el libro de reglas de los asesinos seriales.

No había patrones de días, años, edad ni nada. Era, prácticamente, al azar. Era todo tan complicado que le asustaba no encontrar una solución al respecto y dejar a ese loco del 11 suelto.

Apoyó su cabeza contra la mesa y suspiró. Su celular sonó y volvió a suspirar. Vio la hora antes de atender: las once y veinte de la noche. ¿Tan rápido había pasado el tiempo?

-NamJoon, a seis cuadras de tu casa. El loco del once volvió a atacar, te necesitamos ahí. Los vecinos están conmocionados luego de los gritos que escucharon.-dijo su jefe y NamJoon se sorprendió.

El asesino atacó a seis cuadras de su casa. Tan cerca...y Alexander ¿por qué no regresó todavía?

Asustado se levantó y corrió hacia la puerta. El corazón le latía alocado al pensar en que el loco del 11 hubiera atacado a su pareja. Pero al abrir la puerta vio a Alexander a punto de abrir la puerta. Sin pensarlo lo abrazó, lo que extrañó a su pareja.

-Nam ¿estás bien?

-Sí...ahora sí-dijo y lo besó-¿Dónde estabas?

-Fui a la tienda que abre veinticuatro horas, la tienda a la que vamos estaba cerrada.-explicó mirándolo y acariciando su mejilla con sus manos enguantadas.

-Ya veo...cariño, tengo que ir al trabajo-dijo besando la palma de su mano-Nos vemos más tarde.

-Ten cuidado, Nam-pidió besándolo y dejando que se marchara.

Alexander ingresó a su casa y dejó la bolsa con las compras sobre la mesa. Se sacó los guantes y lavó sus manos. El líquido transparente se tiñó de rojo.

Alexander sonrió en la soledad de su hogar.  

Y aqui el tercer drabble, espero que te haya gustado uwu

Nos vemos! besos :D