Tim detesta la primavera y la humillación que ella supone.
Cada año, los guerreros jóvenes de la tribu, son reunidos en la ceremonia de enlazamiento para ser elegidos como compañeros por las mujeres que alcanzan la edad fértil.
Su tribu tiene la antigua costumbre de marcar en el cuerpo el espíritu animal de cada persona. Así que resulta natural que durante tres primaveras, ninguna chica lo hubiera elegido.
Nadie desea estar con el extraño que porta la marca de las mariposas en su pecho. En cambio, las bellezas más notables de la tribu prefieren ser enlazadas con los portadores de almas feroces y varoniles. Como el lobo de ojos negros, el halcón de alas rojas o el muy deseado oso de plata.
Así que, por tercer año se vuelve el centro de la deshonra pública mientras uno tras otro, los guerreros a su lado son elegidos.
Cuando era un niño, amaba la ceremonia de enlazamiento. Cada primavera, su pequeño corazón se hinchaba de emoción ante la idea de ver como las parejas se coronaban una a la otra con coronas de flores silvestres. Las hogueras ardían desde las primeras horas de la mañana y todos se afanaban preparando comida deliciosa para festejar que, al terminar el día, todas las almas enlazadas habrían de traer sangre nueva a la tribu.
Una de aquellas hogueras era especial, más alta que las otras. Ardía con leña roja y, una vez que la pareja era coronada, saltaban juntos sobre el fuego, sintiendo por un instante el calor de los dioses arropando sus cuerpos juntos, sus manos enlazadas, bendiciéndolos con la llama de vida antes de aterrizar perfectamente a salvo del otro lado.Los ojos de Tim solían llenarse de maravilla y asombro al ver a los amantes saltar entre las llamas. Pero ahora... ahora realmente quería arrojarse al centro de esa fogata y ofrecer su carne como sacrificio ardiente hasta convertirse en cenizas.
Odia ser el chico de las mariposas.
Cuando otra chica se acercó a coronar al muchacho que estaba a su lado, pasándolo de largo a él. Sintió sus ojos empañarse, pero, de manera obstinada, obligó a sus lágrimas a retroceder. No iba a mellar el poco honor que le quedaba.
— ¿Estás bien?
Alguien se había detenido frente a él. Confuso, levantó el rostro y vio a Conner juzgándolo con sus asombrosos ojos azules. Genial, aquello era lo único que le faltaba, el gran oso de plata burlándose de él.
Con el rostro caliente a causa de la furia y la vergüenza. Tim desvió la mirada con un movimiento despectivo de su cabeza.
Conner se mordió el labio inferior al ver tan de cerca su perfil elegante y delicado. No le sorprendía que le hubieran dado la marca de las mariposas. Era liviano, bonito y parecía creado de las brumas delicadas y misteriosas de un sueño.
Cuando Tim sintió que el tiempo que el oso de plata pasaba frente a él era demasiado, se llenó de incertidumbre. Le dedicó una mirada tentativa, curiosa. Y lo que recibió a cambio fue una sonrisa brutalmente honesta.
—Te elijo a ti — Conner le puso una corona de flores en la cabeza, sin variar su sonrisa— Quiero llevar tu marca junto a la mía y sentir tu calor en el invierno. Te elijo a ti — Reforzó.
Un murmulló de asombro se levantó entre las personas que estaban presenciando la ceremonia.
El oso de plata había cumplido la mayoría de edad durante el invierno y de lo único que se había hablado durante todo aquel tiempo, era de quién sería la afortunada que se enlazaría con él durante la primera. Y ahora, en lugar de haberse formado para ser reclamado, se había metido en la fila de las chicas para poder coronarlo.
El corazón de Tim se volvió un desorden salvaje, como las aguas que bullen en la caída de una cascada.
Todos estaban mirándolo. Los ancianos de la tribu parecían estar esperando su respuesta. Pero, sobre todo, Conner se había puesto de rodillas frente a él, esperando paciente.
Tim miró su propia corona en sus manos. La primera vez se había esforzado por tejer una preciosa, pero ahora, apenas y había seleccionado flores sin esforzarse demasiado. Otra vez se sintió frustrado, porque si hubiera sabido que su amor platónico iba a coronarlo, entonces hubiera escalado las montañas más altas en busca de las flores más fragantes.
Con manos temblorosas, puso su corona sobre la cabeza del portentoso guerrero y en un instante dejó de sentir el suelo, al ser levantado en brazos en cuando Conner se puso de pie.
El oso de plata giró embargado en dicha y lo besó derramando su agradecimiento en sus labios.
Tim estaba demasiado aturdido, aún no sabía si todo aquello realmente estaba ocurriendo. Pero los sabios hicieron sonar los tambores y la algarabía del sonido lo trajo de vuelta al control de su razonamiento.
¡Realmente había sido elegido!
¡Realmente estaba saltando sobre el fuego con Conner a su lado!
La primavera volvía a ser maravillosa.
Bonus:
La noche no tiene viento, pero tiene mucha luna.
Canta el manantial sereno llevando su agua entre los juncos.
Dentro de una guarida hecha de pieles. Tim abre los ojos, su alma está serena y los deseos de su cuerpo han sido colmados. Su esposo duerme a su lado y en la piel de su pecho desnudo, brilla la tinta nueva que ha agregado una pequeña mariposa, sobre el dibujo del oso plateado.
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Fictober
Fanfiction31 relatos, uno nuevo durante cada día de Octubre. Varias temáticas, diversas ships. Famdon: DC comics.