Félix y Fede (Yaoi)

Capítulo 5

Narrador omnisciente:

Félix estaba bajando por el ascensor del edificio, ni siquiera él se salvaba de la pena por lo hecho hace unos minutos ¿Era lo que quería? Sí ¿Qué esperaba obtenerlo tan pronto? No, para nada.

Camino un par de cuadras sin rumbo fijo, solo le interesaba despejar su mente.

-¡Eh tu! ¿Me vas a hacer correr por toda la ciudad buscándote?- Grito un chico adentro de un auto.

-¿Ah? Deuz...- Dijo el chico de pelo rosa sin mucho interés.

-Se que no te agrada cuando me ves, pero no tengo opción-

-Sí lo sé, no te preocupes- El de pelo rosa entro con fastidio al coche y se fueron.

(...)

Dos chicos habían aterrizado, estos mismos fueron recibidos por una escolta que los llevo a su destino final.

-Hola Loren...- Saludo Félix.

-Joven Félix, que bueno que llego a salvo. Buen trabajo Deuz- Contesto la chica.

-¿Que sucede? ¿Cuál es la razón para que me arrastres aquí?- Dijo todavía enfadado el de ojos avellana.

-Cálmese, yo solo sigo ordenes-

-¿Y mi orden de dejarme en paz no es valida?-

-Acompáñame- La chica de pelo castaño evito la pregunta del menor.

Los dos fueron guiados hasta una casa a las afueras de la ciudad ¿Por que tomar un avión solo para una visita? Ese tipo de cosas solo pueden ser de gente adinerada, pues dicha casa era la mansión del padre de Félix.

Narra Félix:

Esto es un asco, se toma muy en serio lo de hacerme la vida imposible, pero si quiero lograr mi objetivo no puedo simplemente cortar cualquier lazo con ese hombre, y el tampoco me dejaría escapar.

-Ha llegado, señor- Loren me presento ante él.

-Hijo ¿Cómo has estado?-

-Bien, hasta que me llamaron- Cruce los brazos para resistir mi enfado.

-¡Joven Félix!-

-Descuida Loren, entiendo su rencor- Se levanto y me miro de pies a cabeza -Pareces gentuza con ese aspecto ¿Lo encontraste en los barrios bajos, Deuz?- Si volteaba para pedir ayuda él sospecharía, solo espere a ser exhibido.

-No señor, estaba cerca del centro- Contesto tranquilo, mas de lo que yo estaba.

-¿Estas jugando al padre?- Pregunte por su repentino interés hacia mi.

-Te guste o no, siempre seré tu padre, pero no te llame por eso, me comentaron que no has ido a tus... Terapias-

-Porque no las necesito, yo se como arreglar mis problemas-

-Si eso fuera verdad no tendríamos esta conversación tan seguido ¿Hasta cuando vas a madurar?-

-Cuando a ti se te pueda llamar algo mas que escoria-

-¡Suficiente!- Grito enojado -Déjenos a solas- Deuz salió primero, luego Loren que cerro la puerta con llave -Me estas empezando a colmar la paciencia, niño-

-Ay, que problema- Hable con sarcasmo.

-Cada día eres mas arrogante, como- Interrumpí sus palabras.

-¿¡Como quien!? ¿¡Como mi madre!?-

-Ja, como yo- Eso me aturdió bastante, y parece que tiene muy claro cuanto lo detesto -Espero no recibir mas llamadas conque no vas a tus sesiones, sobre todo porque es una excusa para hacer lo que quieras sin que te reprochen nada. Te enviare la dirección mas tarde, puedes irte-

-Te odio...-

-Yo también te quiero, hijo-

Sali mucho mas enojado de lo que había llegado, el único que me siguió fue Deuz, pues tenia que escoltarme hasta el final del vuelo.

-Oye con calma-

-¡Dejen de decirme eso! Que me digan que me calme no ayuda en nada-

-Vale, pero al menos me puedes decir... ¿Qué sucede con tu madre?-

-No me digas que se escucho eso-

-De aquí hasta la China-

-Lo de mi madre es... Complicado- No quería recordar ese día, quería olvidar todo mi pasado.

-Recuerdo de Félix-

Escuche como golpeaban la puerta, era como un estruendo.

-¡Mami! ¿Quién es?-

-Tranquilo pequeño, no es nada- Dijo mi madre.

-Escóndanse en el ático y salgan por el techo- Escuche decir a papá.

-¡Jefe!- Gritaron al otro lado de la puerta.

-¿¡Que quieres!?-

-Le traemos su recadito- Vi de reojo como mi padre abría la puerta -O mejor dicho... A cumplir el mandado-

Escuchaba algo que sonaba mucho mas fuerte que los golpes de la puerta, luego que subían las escaleras.

-Hijo, sal por la ventana- Dijo mi madre.

-¿Y tu, mami?-

-Iré detrás de ti...- Me ayudo a subir al techo, justo cuando escuche un grito, caí al suelo casi que perdiendo la conciencia pues mi madre me estaba sosteniendo.

-Mami...-

-Vámonos, apúrate- Era la voz de mi padre.

-¿Mami, y mami?- Gritos de nuevo, papá saco un objeto negro que ocasiono el mismo ruido que el anterior.

-Ella esta durmiendo- Respondió luego de haber apuntado a mamá con esa cosa.

-Fin del recuerdo-

-En ese entonces todavía era muy pequeño para entender que... Mi padre era... Es, el asesino de mi madre, y que la razón por la que esos tipos irrumpieron en casa era por el susodicho trabajo del hombre- Dije refiriéndome a mi padre -Tan pronto cumplí la mayoría de edad me fui del país, y como salir de América es complicado para él, me mude a España-

-Amigo, que perturbador debió ser para ti-

-No tienes ni idea-

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Ya no se desde cuando no actualizaba, pero para ser sincera esta historia la veía tan perdida que me daba cosa mirarla, pero ya le estoy agarrando mas cariñito de nuevo. Seguiré actualizando intermitentemente hasta que se termine alguna de las historias que manejo ahora.

Se me cuidan gente.