▌║ᴇʟ ᴄᴀssᴇᴛᴛᴇ. (ᴠᴋᴏᴏᴋ), ᴘʀɪᴍᴇʀᴀ ᴘᴀʀᴛᴇ.║▌

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La salvación de mis penalidades llegó de una manera totalmente inesperada, y esta fue súbitamente acompañada por una estremecedora y nueva perspectiva, la cual me persigue hasta el día de hoy; mi nueva ideología

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La salvación de mis penalidades llegó de una manera totalmente inesperada, y esta fue súbitamente acompañada por una estremecedora y nueva perspectiva, la cual me persigue hasta el día de hoy; mi nueva ideología.

Siendo completamente franco con mi consiente alma, debo admitir que no tenía idea de como iniciaría esta disparatada vivencia.

Bien, probablemente debería iniciar contándoles sobre el causante de mis predicamentos, aquélla persona que devoró mi vida tan rápidamente que no pude evitar subir a la mesa y servirme como aperitivo.

Era verano; amaba el verano, me sentía tranquilo y protegido, disfrutaba en gran manera el cálido ambiente, era gratamente abrigador. Como solía acostumbrar, salí a desayunar a un local cercano, no me importaba cual, simplemente me satisfacía la compañía humana, no poseía nada y carecía de cualquier presencia cercana a mí; humana claramente. No desea enloquecer en las penumbras de mi soledad y terminar inevitablemente encerrado en mi desesperante "hogar", como aquéllos veteranos de guerra o viudas del los años 40, los cuales perdieron el placer del contacto humano suprimiendo su intenso deseo de compañía.

 No desea enloquecer en las penumbras de mi soledad y terminar inevitablemente encerrado en mi desesperante "hogar", como aquéllos veteranos de guerra o viudas del los años 40, los cuales perdieron el placer del contacto humano suprimiendo su inte...

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Desayunaba en el mismo local de siempre, sé que hice mención al desinterés del lugar, pero, por alguna razón siempre tuve preferencia por aquel viejo local. Disfrutaba el café de siempre, los olores de siempre, los clientes de siempre, mientras veía la televisión, la cual extrañamente solamente transmitía el mismo canal, parecía no tener otro que no fuese el noticiero local. Muerte, robó, habré, corrupción, era una manera muy común de recordar que tan jodida se encontraba la humanidad.

Una voz se interpuso entre mis pensamientos y yo.

—La humanidad se irá al carajillo.—dijo de pronto un hombre un tanto familiar.

—¿Me habla a mí?".—pensé mientras dirigía mi mirada hacia él.

Aquello me sorprendió más de lo que podrían imaginar. Había visto a ese jovenzuelo prácticamente todo el año, solía desayunar en el mismo local que yo, a la misma hora, todos los días. Jamás me había dirigido la palabra, inclusive solía ignorarme.
¿Qué cambio aquel día?

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