Temperance

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Cuando el sistema solar era joven y la Tierra estaba sola, existía un planeta más. Tea era un astro del tamaño de Marte, que en su órbita impactó con la tierra en una explosión colosal. Tea desapareció, dejando una estela de escombros que formó anillos para la Tierra como los que Saturno tiene. Con el tiempo, estos anillos se fueron uniendo para formar la Luna que nos protege de impactos espaciales aún hoy.

Entré en una profunda depresión. Durante mucho tiempo, mi cielo no fue azul, sino gris, los días eran más largos y mis momentos de alegría más cortos, pasé muchas horas mirando a la nada, sin aspiración, ni sueño, ni voluntad alguna, y debo reconocer que por un tiempo, odié a mi recién nacida hija. Todavía no decidí un nombre, no tenía tiempo. Solo pensaba en Tea y en mantener nuestra casa con mi duro trabajo. Durante esos meses, no di cariño alguno a mi bebé, de hecho, pasaba más tiempo con sus abuelos que con su padre.

Un día, pasados cinco meses, me dieron toda la semana libre y decidí aprovecharla para ordenar los trastos de la casa. Mientras organizaba una estantería, vi el lomo de un libro. Estaba muy afectado por los años, pero a simple vista lo reconocí. El libro de astronomía que hizo que Tea y yo nos conociéramos. Nostálgico y curioso, lo cogí y empecé a leerlo. Lágrimas agridulces cayeron por mis ojos cuando leí la historia del nacimiento de la Luna y una breve nota a pie de página escrita a bolígrafo que decía: amor mío, me siento muy débil y no se si viviré para sostener a nuestra hija en brazos y darle un nombre, llámala Selene, y en ella siempre vivirá mi amor por ti y porque siempre te protegerá. Te ama, Tea.

Levanté la vista del libro y miré a mi hija. Por primera vez, vi en ella una luz, sus ojos grises curiosos y su tez clara, su pequeña nariz, parecida a la de su madre, y su corto pelo negro, me sacaron una sonrisa que no tenía desde que Tea vivía. Me agaché, dejé que ella agarrase mi dedo índice con sus manitas y mi corazón instantáneamente se hizo suyo.

-Te quiero, Selene.

SeleneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora