Capítulo 1🌹

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"Bailemos, y tal vez deje que mi corazón se suavice por tí, querida presa. "

Un dulce aroma inundó la mansión. La hermosa mujer de negro descendió de por sus elegantes sus escalones, rodeada de lujos empolvados de su vieja y preciosa casa abandonada. No hacía falta mencionar que no había ventanas, y por dónde sea que pudiera entrar luz había telas cubriendo. Todo oscuro, unas poquísimos velas ayudaban a ver.

Un solo chico, de pie frente al gran portón en la sala principal había entrado sin cerrar la puerta trás sí. Bien vestido y atractivo.

—¿Qué buscas? —preguntó alzando la voz. —Aquí no hay joyas que robar.

—¿Eres la dueña? —preguntó lanzando su azul mirar a la fémina, tal vez la emociono un poco: un hombre joven.

—Esta casa ha pertenecido a mi familia desde hace muchos siglos. —hablaba con un tono muy formal.

El castaño alzo una ceja.

—Los vecinos dicen que está embrujada. Soy un detective, y me han mandado a investigar desde la policía. —indicó sacando una placa. —Kudo Shinichi, de la policía metropolitana de Beika.

—¿Policía? —rió. —¿Acaso has venido a acusarme de brujería? No soy una bruja, soy...

—¿Brujería? —interrumpió severo. —Solo he venido a investigar, tal vez haya un intruso en su hogar y no lo sepas.

Ella volvió a reír.

—Ya entiendo. Los siglos pasan, supongo que fuera debe ser diferente ahora. Pero...

—¿Pero? ¿Podría responder algunas preguntas para mí, por favor?

Extraño para el joven, la puerta detrás se cerró abruptamente.

—Los habitantes de Beika no habían mandado sacrificios desde hace decenas de años... ¿Eres uno, tú, Kudo Shinichi?

—¿Sacrificios? —preguntó desconcertado.

—Ah... —suspiró satisfecha, como encantada. —Lo eres... Me daba pereza salir a exigir uno a cambio... Pero, ahora te tengo a tí. Mi amante, mi sacrificio...

Al chico le cayeron gotas de sudor cuando recayó en los colmillos blancos de la mujer.

—¿Acaso eres un vampiro, mujer? —cuestionó, intentando parecer una broma.

Al parpadear, la mujer desapareció. Y pronto sintió como lo tomaban en un abrazo por detrás.

—¡¿Q-qué?!

—Hueles bien...—balbuceó deseosa. —Extrañaba este olor a sangre joven ...

El cosquilleo de una respiración aledaña a su cuello lo hizo estremecerse. Se desmayo cuando sintió agujas clavarse en su cuello y... Succionar.

𝕷𝖆 𝖈𝖔𝖓𝖉𝖊𝖘𝖆 𝖉𝖊 𝕭𝖊𝖎𝖐𝖆 𝕮𝖎𝖙𝖞. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora