"No necesitas despertar del sueño, prométeme tu eternidad. "
Terrible para Shinichi, quién se convirtió en ajeno al dueño de su vida. Cómo lo aseguro aquella fémina de quién no sabía su nombre, sucumbió ante ella.
Fue por el primer beso, el segundo o los que siguieron. Profundos y que, aliviaban aquel sentimiento adolescente de deseo (a pesar de ser muy maduro). O el excitante sentir cuando hería su cuello con sus colmillos.
Tenía un encanto imposible de resistir.
Se olvidó de todo, Ran, Shiho, la organización que había derrotado hace mucho... De todo, cuando robó su inocencia.
Sucedió como una sesión erótica de besos común, pero ambos sabían que deseaban más. No sabía cómo no había perdido la conciencia después de manchar de rojo por completo las sábanas blancas de la cama y tener mordidas por todo el cuerpo.
Sentía como si la noche hubiera olvidado terminar.
Además de lo prohibido, también la conoció como una persona normal. Tocando piano, charlando sobre libros, resolviendo acertijos. Llevándose bien, y olvidando el dolor que le gustaba en su cuerpo por las noches, placentero dolor.
—Quédate a mi lado por siempre, querido mío. —rogó sin motivo.
—Siempre lo haré. —aceptó hechizado después de besarla.
Lo que él no sabía, es que la mujer tenía por primera vez una severa adicción a un hombre de sacrificio. Antes, lo mataría de inmediato cuando se aburriera, tal vez porque sabía que no llegaría otro igual. Con esta mascota podía divertirse, mientras anteriores se asustaban e intentaban esconderse.
¿Eran cadenas de falso amor?
El detective estaba bajo un encantamiento. Uno que ayudo a alivianar el corazón de un sangriento monstruo.
Es posible, que se estuvieran esperando el uno al otro, destinados.
"Puede convertirse en amor" Le advirtieron a la mujer mucho tiempo antes.
Todo cambio, ninguna presa fue tan libre jamás. Un ocasión, Shinichi estaba solo por la mansión, viendo la gran entrada se acercó sin razón personal.
—¿Eh? —murmuró desconcertado cuando abrió el gran portón, cruzándolo y una vez fuera, el día lluvioso y nublado dominaba la ciudad. Recordó todo. —¡¿Pero qué...?!
Y cuando se giró, un jadeo de preocupación salió de él, la mansión había desaparecido. En su lugar, un terreno abandonado.
La odiaba por encerrarlo ahí, pero la amaba sin razón. Entró en desesperación cuando por más que buscó el lugar jamás lo volvió a encontrar.
Sin embargo, los recuerdos y marcas jamás se fueron.
Estaba sentenciado a recordarla siempre, porque el encantamiento nunca desapareció.
Fin.
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𝕷𝖆 𝖈𝖔𝖓𝖉𝖊𝖘𝖆 𝖉𝖊 𝕭𝖊𝖎𝖐𝖆 𝕮𝖎𝖙𝖞.
FanfictionKudo Shinichi X Lectora. -¿Acaso eres un vampiro, mujer? Shinichi se aventura en una supuesta mansión embrujada, ¿Qué o quién le espera ahí? • Detective Conan, Magic Kaito y relacionados no me pertenecen. Escrito de fans para fans, sin fines de lucr...