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El hombre soltó un gruñido casi inaudible, yo sentía que mis mejillas ardían, nunca diría algo así y menos con un hombre.

- ¿Quieres pasar?

- Oh, no, no, eres un desconocido, y un adulto...- lo ultimo lo dije susurrando.

Su mirada se puso incomoda, creo que a penas se dio cuenta de que soy solo una adolescente, se le notaba que el no quería que yo pasara a su casa para aprovecharse de mi, si no para amistar.

- Bueno...- Dijo incomodo.- Por ser honesta y devolverme mi trapo, te invito un helado.

- Mmm... - estaba a nada de negarme, siempre soy así, esta vez no, quiero pasar tiempo con el.- Esta bien, me lo merezco después de todo.

Ambos nos dimos una sonrisa, por cierto la suya es muy linda, el me hizo una seña para que lo siguiera y así lo hice, lo seguí hasta un local que estaba lleno de refrigeradores que tenían dentro helado, paletas y mucho más, el local quedaba a una cuadra de su casa.

- Te juro que estos helados saben deliciosos, no es por nada pero te recomiendo el de cereza.

- Me da uno de cereza por favor.- le dije a la señorita que nos atendía, el hombre y yo no dejamos de vernos a los ojos con una sonrisa.

- Mmm, - volteó a todos lados buscando algún helado que le antojara.- Recomiéndame uno.

- Beso de Ángel.- dije sin pensarlo dos veces mientras lamía mi helado, me sonrojé, pues me di cuenta que su mirada estaba en mis labios.

- Ooh, quisiera uno de esos.- volteó hacia la señorita.- me da un "Beso de Ángel" por favor.

Ambos salimos del local disfrutando nuestro helado, el empezó a reír pues se dio cuenta de lo fascinada que estaba con el sabor de mi helado.

- ¿Qué tal el tuyo? ¿Elegí bien?.- pregunté sin apartar la vista de mi helado.

- Si, esta delicioso, pero estoy seguro que esto no sabe a un beso de Ángel.- se relamió los labios y yo no pude evitar hacer lo mismo.

- ¿Cómo crees que sea un beso de ángel?.- el se quedó un rato viéndome los labios para después sonreír tiernamente.

- Aún no lo se, pero tengo una idea.

Ignore su comentario para ver la hora en mi celular.

- ¡Mierda!

- Ey. - parecía que si le molestaba que dijera malas palabras.

- Lo siento, es que faltan 2 minutos para que cierren la escuela. Oh no, no he acabado mi helado.- dije con un puchero.

- No te preocupes.- me quito mi helado suavemente.- yo lo acabo por ti.- y lamió el helado que hace unos segundos estaba en mi boca, llámenme inmadura pero eso fue un beso indirecto.- Ahora corre.

No podía reaccionar, solo asentí con una sonrisa y salí corriendo hacia la escuela, creo que esto se volverá costumbre.

Mi ángel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora