Hipo y Chimuelo volaban sin un rumbo fijo después de que al chico lo expulsaran de su aldea, todo por proteger a su mejor amigo, se la pasaron volando durante horas hasta que se detuvieron en una isla a descansar
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Al Día Siguiente
Al amanecer cuando Hipo y Chimuelo despertaron atraparon algunos pescados para desayunar, mientras comían cuatro dragones aterrizaron junto a ellos
Hipo: chicos, creí que no los volvería a ver
Eran los dragones que el había liberado del ruedo en Berk antes de ser expulsado
Hipo (acariciando al Nader): me alegro de que estén bien
El Pesadilla Monstruosa lo comenzó a lamer agradeciendole de haberlo salvado de morir
Hipo (acariciándole el hocico): si lo se, de nada amigo
Hipo se dio cuenta de que el Gronckole lo miraba con tristeza
Hipo (acariciando al Gronckole): nena, no te sientas mal, de cualquier modo tenia pensado irme de Berk, no pertenezco ahí, nunca no hice, ahora soy un marginado en toda la extensión de la palabra (mira a los dragones) pero no me importa, no me arrepiento de nada, ustedes son los únicos seres que me aceptaron tal como soy (acariciando a Chimuelo), los únicos que me brindaron amor cuando toda mi tribu me rechazo, ustedes son mis hermanos, son mi familia
Los dragones queriendo llorar se acercaron a Hipo y como pudieron lo abrazaron
Hipo: bueno, es hora de comenzar de 0, formaremos nuestra propia historia y les demostraremos a todos quienes somos en realidad
Hipo monto a Chimuelo y se dirigieron hacia el horizonte junto con los dragones, ellos por fin eran libres del maltrato de los vikingos y el chico por fin estaba con seres que realmente lo veían como uno de ellos
