IV

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-¿Que estoy haciendo?¿que demonios estoy haciendo?-


Gruño caminando a paso rápido, como si alejándose del lugar de los hechos, ayudara a evadir lo que había pasado, su mente daba vueltas, y agradecía que la sala de entrenamiento estuviera sola para él, por que lo primero que necesitaba hacer era ir a encerrarse en el baño de esta.

Cerro rápidamente la puerta detrás de él, y se apoyo en el lava manos respirando agitado, no podía creer hasta que punto había llegado con su compañero, con la persona que a pesar de sacarlo de quicio, siempre había respetado, y aprendido a entender su modo de actuar.

Simplemente todo parecía diferente, como si no fueran ellos mismos, esa no era la misma persona con la que lucho codo a codo, o con la que siempre peleaba para que viviera de forma mas sana, en ese momento todo lo que compartió con el hombre de acero, parecía muy lejano.Abrió la válvula del lava manos, dejando correr el agua, tomo un poco y mojo su agitado rostro, necesitaba calmarse, ¿realmente ya había vuelta atrás cierto?, millones de escenarios lo recorrían su imaginación, ¿y si dejaban de hacer esas cosas podrían volver a verse a la cara sin pensar en eso? ¿que pasaría cuando se encontrara con Pepper? ¿y si en algún punto él conocía a alguien? de hecho ¿podría conocer a alguien luego de esto? ¿seria un hombre? ¿una mujer?, ¿cuales eran sus gustos ahora? ¿desde cuando sintió ese tipo de atracción hacia él?

Realmente estaba en un punto en que podría llorar, y no hacia eso por cualquier cosa, pero esto era tan intimo, tan privado, y amenazaba con volarle la cabeza.

Mordió su labio suspirando con ojos cerrados, ademas de pensar tanto, también tenia curiosidad por una cosa, se miro al espejo, y con decisión bajo levemente sus pantalones, y giro de costado, ahí estaba, en su nalga derecha, una dura marca de la mano del castaño, en su blanca piel.

Se sonrojo sin poder evitarlo, estaba ahí, como si fuera un recordatorio, pero mas lo torturaba, el hecho de que se hubiera prestado para eso, de que no hubiera parado al castaño, de que...extrañamente lo hubiera disfrutado, de alguna forma.

Jamás pensó en algo tan obsceno, es decir, no iba a negar que estaba enterado de esas practicas, durante su época realmente no sabia, ni nadie le hablaba del tema, pero en esta, mas de una vez se encontró con alguna señorita, que al invitarlo le decía cosas como "he sido una chica mala capitán, creo que deberá darme unas nalgadas", las primeras veces simplemente quedo confundido ante esas peticiones, él respetaba mucho a las mujeres, y jamás atentaría contra el cuerpo de una.

Pero con el pasar del tiempo y las propuestas de ese tipo, la curiosidad pudo mas, y gracias a que Sam y el mismo Tony le habían enseñado a buscar en Google, un día tomo la decisión de investigar, claro fuera de la torre, sabia que si lo hacia ahí, quedaba en algo que el castaño llamaba "historial".

No fue muy difícil entrar a un café y buscar una computadora, pero no era privado, y había mucha gente dando vueltas, hasta niños, siguió en su búsqueda de un lugar perfecto, hasta que encontró algo que no definiría como café, muchos hombre jóvenes estaban ahí, perdiendo su juventud, en juegos de vídeo, pero al menos era en cabinas separadas.

Hizo paso a paso lo que le habían explicado, y comenzó por poner sus preguntas en el buscador, solo duro dos minutos, antes de que sin querer entrara a vídeos pornográficos, del tipo masoquista, cerro todo y huyo del lugar molesto, era una aberración.

¿Como esas mujeres podían tolerar y exigir tal falta de respeto a sus cuerpos? desde ese momento cualquier chica que se presentaba ante él con esas presentaciones solo se gana una mirada reprobatoria, y que se fuera sin dirigirle la palabra.

Reto "Tu secreto"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora