UN PASO EN EL AYER

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Abrió los ojos lentamente, el brillo del sol era muy fastidioso, cubrió sus ojos con su brazo, recordando lo sucedido

Se sentó rápido, dándose cuenta que estaba a orillas de una laguna y se fijó que a su lado el rubio petulante dormía

–¿Dónde rayos estamos? – preguntó Harry levantándose lo más rápido que puede, mareándose

Agarra su cabeza, segundos después su mareo se calma; fijándose con más calma, se encontraban a la orilla del lago negro, aunque ¿Por qué, estaban allí?, deberían estar en el castillo, no tan lejos

Dragón se despertó por el escándalo de Potter, dándose cuenta que no conocía ese lugar, era claro que estaban en el lago negro, pero había algo distinto, además que no era la misma estación

Se supone que debería ser otoño, no invierno

– será mejor que vayamos a pedir ayuda – suspiro Harry resignado, probablemente se fueron sin ellos o quizás sean los únicos en el castillo

Maldición, no deseaba regresar con sus tíos muggles, pero no exactamente de este modo. Toma tu capa de invisibilidad, después de pelear con el rubio se siente más tranquilo, justo como si se hubiera quitado una roca de encima

Dragón acepta no muy convencido de la idea; demonios, esto no estaba en sus planes, ¿esperaba que lo dejasen ir así no más? Sí, pero eso no iba a suceder. Seguramente su madre o Severus vendrán por él.

Ahora tendrá que buscar otra manera de huir, otro modo de romper su destino

Empezaron a acercarse al colegio, cada uno perdido en sus propios pensamientos; sin embargo, antes de llegar pudieron ver a lo lejos y había un grupo de estudiantes golpeando a un chico de manera salvaje

– ALTO!!! – interrumpió Harry furioso, dejando salir su lado heroico – ¿Qué, creen que están haciendo? – cuestionó con su varita a la altura de su rostro, se colocó entre la víctima y la multitud

– ¿tú quién demonios eres? – cuestiono un chico castaño con ojos avellana con lentes, quien parecía ser el líder

Dragón no podía creer lo que estaba viendo delante de quién estaba; aquel hombre era nada más y...

– tú, ¿quién demonios eres? – cuestionó el otro vándalo, un pelinegro, cabello hasta los hombros, ojos negros, alto y muy enfadado con el intruso que se interpuso su diversión

Malfoy, agudizo su vista, ¿Quiénes eran esos estudiantes? nunca los había visto, pero ese, cuatro ojos, tenía un parecido con Potter

El azabache lo viera por donde lo viera, era un Black, no lograba captar. ¿Dónde carajos estaban?

Bajo su mirada a la victima de estos salvajes, trago duro y rio nervioso, esto no podía estar pasando, allí tirado en el suelo tratando de recuperar su respiración estaba una persona a quien reconocería donde sea, Severus Snape, su padrino, el hombre al que más admira

Se quedó de piedra unos momentos; no podía, no podía ser cierto. Esto estaba fuera de todo alcance y lógica, que pudiera alcanzar

Despabilo al escuchar un quejido, cubrió parte de su rostro con su chalina y avanzo hasta el grupo; Levantó al muchacho, estaba furioso; ¿Quiénes se creían esos bastardos para lastimar de ese modo al hombre que más le importa?

Soltó un gruñido bestial y atacó al cuarteto, mandándolos a volar, está furioso

– sino saben luchar, piérdanse – advierte destilando furia, se para delante de Harry para que no vean el rostro del azabache

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