28. El Sol y La Luna

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El sonido del insistente vals, las pisadas, las risas, el sonido de las copas al chocar, las conversaciones de esos humanos, todo eso le taladraba la cabeza, era aún bastante joven como para que su sensible oído no le causara problemas. Trato de taparse los oídos, para las risas de aquella pareja humana junto con su padre eran aún bastante fuertes como para que sus manos pudieran amortiguar el sonido. Tsk.

No lo entendía, de verdad no lo entendía, ¿por qué su padre se comportaba así?, no se suponía que no debíamos acercarnos a los humanos?, No era eso lo que siempre decia: "sasuke, los humanos son inferiores", "sasuke compórtate como un uchiha", "sasuke, sasuke, sasuke.... me avergüenzas".

Dio un profundo suspiro y continuo hay sentado, en aquella mesa tan decorada, mientras seguía mirando de lejos como su padre hablaba con esos humanos, y sonreía de esa manera tan extraña, la misma sonrisa que había utilizado unos días atrás cuando esos mismos humanos fueron a su "casa" .

Flash back

-sasuke- Ese tono lo conocía bastante bien, su papá se estaba comenzando a enojar. Decidió dejar su debate mental a un lado sobre que hacían ellos aquí y hacer lo que le mandaba. Como siempre lo hacía.

- es un placer, soy sasuke uchiha - se presentó a los humanos con toda la falsa cortesía que le enseñaron. Eran dos, el hombre tenía un color de cabello y ojos bastante inusual, y la mujer no sabría decirlo, pero su mirada, no, su sonrisa, tenía algo...

-oh, es tan lindo, nosotros también tenemos un pequeño – menciono la mujer, inclinándose un poco hasta quedar a la altura del menor – es un poco más pequeño que tú, pero de seguro serán grandes amigos.

Sasuke la miro con confusión, ¿amigos? Él no necesitaba de eso. Y menos un humano.

-Kushina, tenemos que irnos - el segundo humano le hablo con voz suave, era su esposo. La humana le devolvió la sonrisa extraña y se despidió de manera cortes. Pero antes de salir el humano rubio le hablo a su padre.

– Señor Uchiha, gracias por todo, sí no fuera por su ayuda ahora mismo seguiríamos buscando una casa.

-no importa, después de todo usted es el mejor activo de la empresa señor Namikaze. Y estoy contento de que forme parte de nuestra compañía.- padre le contesto con esa sonrisa, que de pequeño le erizaba los pelos de la nuca.

Se estrecharon las manos con su padre en una despedida formal, y el hombre y su mujer abandonaron su casa para llegar a la suya, justo al lado. Eran sus nuevos vecinos.

Miro de nuevo a su padre, este se miraba con atención la mano que segundos antes fue tocada por la del mayor. Luego dirigió su vista hacia la ventana y lo llamo desde allí, como siempre sin mirarle a los ojos.

-Ven – su padre lo llamo indicándole que se acercara hasta la ventana y viera por ella.

Era la casa de al lado, estaban en plena mudanza. El humano rubio hablaba con otro de overol, parecía darle indicaciones. La humana pelirroja se encontraba de espaldas, estaba de cuclillas y parecía hablar con un pequeño niño. No lo veía muy bien, debido a que el cuerpo de la pelirroja de sonrisa extraña lo tapaba, pero si podía divisar unos cabellos amarillos.

-Hazte amigo de ese niño – soltó su padre de la nada, mientras miraba con atención genuina la ventana.

-si padre – Enseguida lo supo, ese niño tenía la atención que su padre nunca le dio. De nuevo lo miro, y sintió molestia.

Fin del flash back

Aunque le haya dicho que si a su padre, yo Jamás seré amigo de ese humano.

Un dobe desadaptado y un uchiha bastardo vampirinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora