Capítulo 1

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Los comienzos no son fáciles

Inglaterra 1919, Golden Hill.
Narra Mary

-Desde cuando obedece órdenes de tu prima Carol, ¿acaso ella sabe de apuestas?- Le decía mi tía Amber a su hija mayor Amy.

-Pues no se, ella siempre tiene a los hombres más importantes de toda Inglaterra en su burdel, algo tiene que sacar de todo eso, los hombres desde que se les pone un pelín de atención en la segunda cabeza ya te los tienes ganados. - Le respondió Amy a su madre.

-Creo que tienes razón pero lo importante es que el negocio siga igual de bien que ahora, a tu prima Mary le a costado sacar todo esto adelante ella sola.

-No e sido yo sola tía, hemos sido todas nosotras, las mujeres Bradley somos las que hemos echo de Golden Hill lo que es, una de las mejores zonas del sur. - Dije saliendo de mi despacho.

- Desde que la guerra acabo los hombres no han vuelto a ser los mismos. - Dijo Amy

-Y ahí es donde entramos nosotras. Gracias a nosotras las mujeres hemos levantado un pueblo en ruinas y lo hemos convertido en un referente, muchos gozan de nuestra protección y de nuestros negocios. - Le respondí

-Negocios bien planeados pero turbios hermanita.- Dijo Dany entrando por la puerta de nuestra oficina, por ponerle un nombre a nuestro cualter de apuestas. - Por cierto traigo las apuestas de los barrios bajos, espero que ese nuevo perro tuyo gané la carrera o que más que sea lo intente.

-Sabes que mis perros siempre se rinden a la tercera carrera.

- Y así es como amasamos nuestra fortuna.- Dijo la tía Destiny desde la segunda planta.

-Exactamente.- Dije. - Me marcho, tía Amber y tía Destiny están al mando hasta mi vuelta.

-Y porque no puedo yo estar al mando. - Dijo Fred desde su despacho. - Te recuerdo que soy el hombre de la familia y el mayor hermanita. Además volví de la guerra con honores.

- Porque no estuviste en su formación y además eres hombre, el día en que seas mujer podré dejarte a cargo de algo importante de mientras sigue con las cuentas que eso sí se te da bien, cuando vuelva tendré un nuevo trabajo para ti y para Cedric.

Camine hasta la puerta y revise una vez más mi oficina de trabajo, el ambiente era de lo más exquisito, el murmullo de todos, los gritos de mi prima Celeste cada vez que tenía una nueva apuesta para uno de nuestros caballos era estupendo, mi hermano Dany y sus recaudaciones de las apuestas de carreras de perros, los teléfonos soñando sin parar, mi tío Amadeo y sus chicos de boxeo, el sonido del dinero en las mesas. Todo era triunfal, perfecto, mágico y sobre todo hermoso.

Cerré la puerta detrás de mi y me subí a mi automóvil, mi familia era la única que los tenía en el pueblo, le dije a James que me llevará a mi nuevo local situado a diez minutos de la oficina.

Cuando la guerra estalló muchas mujeres de familia se vieron obligadas a ser los hombres de las casas y cuidar de los suyos, fueron tiempos complicados y difíciles para todos, en mi familia todos los hombres también se tuvieron que marchar y algunos de ellos no volvieron, como son mi padre Eric y mi tío David.

Cuando las mujeres nos vimos solas y desamparada, sin protección más que la de nuestros hijos pequeños y las de nuestros mayores nos vimos obligadas a actuar para poder conseguir dinero para así alimentar a nuestras familias y tener protección, de esa decisión en tiempos difíciles nació Las Bastards Without Borders o más conocidas como las BWB en Golden Hill y en toda la zona sur del país. La idea surgió después de ver como mis tías y mis primas sufrían por poder traer dinero a casa, entonces yo y mis tías decidimos hacer lo mejor que se nos da a las mujeres hablar, pero no sólo entre nosotras sino con los hombres, descubrimos cuáles eran los negocios más cotizados por los hombres en tiempos difíciles y como no pues lo eran los Pubs y los burdeles. Invertimos lo poco que nos quedaba de la fortuna familiar en abrir un Pubs y un burdel pero no unos cualquiera sino los mejores de la zona, empezamos por lo alto, teníamos señoritas de todo tipo y toda clase dispuestas a jurarnos lealtad y darnos todo lo que le pidiéramos, y todo esto a un precio razonable, bastaba con darles a sus hijos un techo donde cobijarse, dinero y lo más importante protección, algo que durante esos cuatro años escaseaba y actualmente también.

B.W.B (Bastards Without Borders)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora