B.W.B (Bastards Without Borders)

Capítulo 4

Sólo sigo órdenes de lo BWB

Casa de la familia Bradley, afueras de Golden Hill, 1919
Narra Mary

Las pesadillas nocturnas siguen apareciendo, día tras día, semana tras semana, y así siempre.

Por la ventana de mi cuarto se asomaban los primeros rayos de sol, me di la vuelta en dirección a la ventana, la mire y sentí el calor de la mañana en mi rostro. Me levanté y me dirigí al servicio en el cual me lave la cara y me mire en el espejo.

Sali del servicio, seleccione mi vestuario para la reunión de hoy y sali de la habitación en dirección al comedor, en el encontré a mi tía
Destiny desayunando.

-Buenos días Mary ¿Qué tal dormistes?

-Buenas tía, bien, eso creo.- Dije mientras me sentaba en la silla y abría el periódico.

-¿Crees? Y eso a que viene ahora.

-Cosas del negocio ya sabes a lo que me refiero tía. Por cierto donde está Edward.

-Esta en las cuadras, está mañana llego una nueva yegua y lleva allí desde entonces.

-Bien. Lisa por favor sírveme el desayuno y luego dile a mi primo que lleve el automóvil a la entrada de la casa y que me espere allí. Luego busca a mi hermano Danny y le dices que se prepare que tenemos trabajo, gracias.

Lisa entro en la cocina y cinco minutos salio de ella y me servio el desayuno y se marchó a hacer lo que le dije.

-Bueno Mary veo que tienes mucho trabajo hoy.

-Sí. Tengo unas cuantas cosas que hacer a las afueras así que llegaré a la tarde, necesito que te encargué de todo lo demás.

-Espero que todo salga bien, pero ten cuidado Mary y yo llevaba más hombres no sólo dos.

-Bueno no te preocupes tía sabes que siempre voy preparada para todo.

-Todos sabemos lo que hay a las afueras.- Dijo ella levantándose y acercándose a mi. - Las cosas a veces no salen las cosas como uno cree, ten cuidado te quiero. - Dijo depositando un beso en mi cabeza como de costumbre, luego se marchó del comedor.

Me quedé sola en el comedor, termine de desayunar y me dirigí al cuarto de baño que había en la planta baja, me lave las manos, los dientes y me termine de arreglar. Sali del servicio y me dirigí a la puerta principal de la casa.

-Buenos días hermanita, ya era hora.

-Buenos días Danny, Edward está todo listo.

-Por supuesto prima, nos podemos ir ya.

-Perfecto, nos vamos caballeros que si no llegaremos tarde a nuestra cita.

Los tres subimos al automóvil y pusimos marcha a las afueras para reunirnos con los gitano para tratar tema de negocios. Si todo salía bien dentro de dos semanas a esta misma hora tendremos en nuestro poder las licencias de apuestas necesarias y con eso seremos intocables.

Después de más de una hora de viaje llegamos a nuestro destino, los barrios pobres, territorio exclusivo de los gitanos ingleses, su líder Brus, quedo conmigo en un local vastante elegante para este barrio, también es verdad que gracias a lo que les pago se lo pueden permitir, digamos que son favores que nos hacemos unos a los otros.

-¿Segura de que no nos mataran?- Dijo mi hermano.

- Por Dios Danny, deja de ver cosas donde no las hay. Sólo es una reunión acordamos que el no traería hombre y yo tampoco.

-Y ¿por qué nos traes a nosotros?

-Danny eres muy pesado sólo cállate y hazle caso a tu hermana, por dios. -Dijo Edward con fastidio. Cuando Danny quieres es un poco pesado.

Entramos los tres al local y en la primera mesa a unos dos metros de la entra se encontraba Brus, este nada más notar nuestra presencia se levanta de inmediato y se coloca la chaqueta que traía. Le indique a mis hermano y a mi primo que se sentará en una mesa continúa a las mia y de Brus.

-Buenas señorita Mary Margaret, ¿cómo se encuentra? - Dijo Brus coqueto.

-Buenas Brus, digamos que me encuentro feliz.

-O por favor tome asiento señorita, no se quede de pie, ¿quiere algo de beber? Un vino, agua, champán.

-Un vaso de agua está bien Brus.

Brus chequeo los dedos y de inmediato enfrente de mi había un vaso de agua.

-Gracias, bueno Brus creo que ya sabes que planeó expandir el negocio, pero para ello necesito un favor de tus chicos.

-Sabe que mis chicos están a su disposición Señorita Mary Margaret pero que el precio que pido es caro.

-Lo se, ¿alguna vez me he negado ante tus peticiones?

-No, y por ello mismo seguimos de su lado Señorita. Dígame de que se trata todo este mandado.

-Necesito a tus mejores hombres, lo que te voy a pedir es muy complicado pero si sale bien tanto tu como los tuyos seréis muy bien recompensados.

-De que se trata.

-Verás todo esto viene acompañado de un nombre, El Señor Mars.