B.W.B (Bastards Without Borders)

Capítulo 3

El fantasma de la guerra

Pisos en el centro de Golden Hill, 1919
Narra Clower.

Subí las escaleras en dirección al tercer piso, cuando llegue me dirigí a la tercera puerta en la planta, deje la maleta en el suelo y busque las llaves que había dejado en la chaqueta, las sacó y las introduzco en el cerrojo y abro la puerta, mi nueva casa consistía en un pequeño estudio en el cual solo se separaban las estancias del salón con a del dormitorio, nada mal a decir verdad, era pequeña pero acogedora.

Cerré la puerta detrás de mi y le eche una vista rápida a lo que se suponía que era el salón, básicamente consistía en una pequeña pero bien equipada cocina, su respectiva mesa de comedor, un sillón pequeño en una esquina y a su lado justo delante de la ventana una mesa con una radio. Me adentre a lo que seria la habitación, y allí encontré una cama de matrimonio con sus mesillas a cada lado, un armario grande y espacioso y una cómoda la cual era bastante bonita a mi punto de vista, luego en la habitación había una puerta que conducía a un pequeño baño.

Deje la maleta en el suelo de la habitación y me senté en la cama, para mi sorpresa esta era bastante cómoda así que me di el capricho de acostarme en ella. Recordé que en el bolsillo de la chaqueta todavía llevaba el sobre con la carta, me incorpore y saque la carta del bolsillo, la saque del sobre y leí con todo detalle. En ella mi amigo John me dejaba una dirección a la cual debía ir mañana a las diez de la mañana, también me dejo constancia de que la familia Bradley tenia un nuevo negocio y que consiguiera entrar en el justo como me había indicado el señor Smith hace menos de media hora. A la dirección a la cual me tenia que dirigir era una especie de parque que se encontraba media hora del Pub, ponía que nos veríamos en los bancos que estaban cerca de los viejos robles. Nada mas terminar de leer la carta la queme para no dejar ningún rastro de su existencia y así no poner en peligro mi cuartada, me puse en pie y me coloque mejor la chaqueta delante del espejo que tenia la cómoda y salí del piso en dirección el Pub de los Bradley.

El camino al Pub fue rápido se encontraba a veinte minutos del piso, en la calle los niños jugaban sin ningún reparo, la mayoría de ellos iban a la escuela, los mas pequeños se quedaban en casa con sus madres haciendo las labores del hogar mientras que sus padres trabajaban, nada mas llegar a la puertas del local me detuve, tome aire y entre. 

-Hola, vengo buscando a Fred o a Cedric Bradley, el señor Smith me dijo que estaban buscando gente para trabajar.-Le dije a una chica de cabellos cortos que se encontraba detrás de la barra.

-Hola, espere un momento por favor, los llamare para que vengan.-Dijo la chica, dejo en trapo con el cual estaba secando unos vasos y se dirigió a una puerta que se encontraba casi al fondo del local.

 Al cabo de cinco minutos por la puerta salieron dos tipos altos y bien vestidos, ambos de cabellos negros y ojos azules, detrás de ellos salio una mujer alta, esbelta, de cabellos negros como la noche y ojos azul cielo, nada mas verla supe que seria Mary Margaret Bradley. A decir verdad su descripción en los informes no hacen justicia a la realidad, sin lugar a dudas se notaba que la chica tenia clase y un gran porte, con solo mirarla te quedabas prendado de ella y de su perfume a rosas con un ligero toque de jazmín. Sin mas era una de las mujeres mas bellas que nunca había visto en mi vida.

Los dos tipos esperaron hasta que la chica se coloco en medio de ellos, ella solo me miraba de arriba a bajo, como si se tratara de un león el cual estuviera analizando a su presa con toda la paciencia que eso lleva, los tres se sentaron en una de las mesas y me ofrecieron asiento.

-Bien, Rous nos dijo que venias preguntando por nosotros, dijo que necesitabas trabajo. Soy Fred.-Dijo encendiendo un cigarrillo.

-Yo Cedric y ella es nuestra hermana Mary Margaret.- Dijo el chico que se encontraba a la derecha de la mesa señalando a su hermana.