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El olor de Chaerin aún inunda la sala, es tan acogedor y tan juvenil. 

Ya con la pijama puesta y acostado sobre mi cama dando vueltas sin sentido, tratando de encontrar la postura cómoda, viendo hacia el techo, me giro a la izquierda y veo mi armario, a la derecha está el gran ventanal de esquina a esquina de mi cuarto donde se ve la ciudad, la luz me molesta pero no me quiero levantar a cerrar las cortinas, de todas maneras el ruido sigue, gente que vive de la noche y se alimenta de ella, me recuesto boca abajo, no puedo, tengo el libido elevando y duele.
Me levanto por un vaso con agua, me dirijo a la cocina, el suelo de madera es frío, sirvo un poco de agua y la bebo completa, otra vaso más, me quedo apoyado sobre la base de mármol de la cocina mirando a la nada, otro vaso más con agua y voy al baño, busco mis pastillas para dormir en esas noches de melancolía y anhelos, de un solo trago me paso la pastilla y el agua, me miro al espejo y veo en mí esa mirada que no veía desde hace mucho tiempo, desde que ella se fue.

¿Será que el amor llegó a mí de nuevo? ¿Es el destino?, Tal vez ese sentimiento no ha muerto del todo.

La pastilla hace su función y como no, es una dosis fuerte que requiere receta médica.

Me dirijo a mi habitación y me dispongo a cerrar las cortinas azul marino y me recuesto.

Al cerrar los ojos lo primero que veo es a ella

Chaerin

Lo dije en un susurro para caer en un profundo sueño.

A la mañana siguiente me levanto por el sonido ensordecedor del despertador, miro la hora, MIERDA, llegaré tarde al trabajo.

Me alisto de la manera más rápida posible, tomo una manzana del frutero para comer algo, mi maletín y salgo corriendo del departamento.

Justo cuando acabo de cerrar con llave y me giro para tomar el ascensor veo a Chaerin salir con su uniforme y su mochila roja con varios pines, está algo desarreglada, no trae maquillaje y su cabello está atado a una simple coleta donde varios cabellos sobresalen de este, aún en ese estado es demasiado hermosa, se gira y me ve a lo que me dedica una pequeña sonrisa de lado, mi corazón se acelera y solo la saludo con la mano en donde tengo la manzana, tomamos el mismo rumbo hacia el elevador, estar cerca y puedo percibir su perfume dulce y sutil, una vez dentro al intentar apretar el botón para bajar a recepción ambos chocamos manos y tengo que decir que no había sentido unas manos más suaves y cálidas

- Oh, lo siento - Dijimos al mismo tiempo  y reímos, presiono el botón y las puertas se cierran

Trato de sacar plática pero no sé cómo, ella va comiendo sus uñas un despintadas y su pierna tiembla -¿Vas al colegio? - Que gran pregunta Kwon, eres todo un semental

- Sí -Dice dirigiendo su mirada a mí - Bueno, eso piensan todos - muerde su labio y deja salir una risita sarcástica

- ¿Porqué dices eso?

- Nadamas - una risa de burla se dibuja en su rostro - La verdad es que casi no voy al colegio, me suspendieron por dos semanas pero mamá y papá no saben - se encoge de hombros y se muerde el labio - así que solo salgo por ahí

El ascensor llega a recepción, ambos salimos y un grupo de personas entran en él

- ¿Porqué te suspendieron? - pregunto intrigado

- oh, por nada - juega con sus tobillos mirando el suelo

- ¿Ira al trabajo?

- Emm sí, de hecho voy un poco retrasado - miro ni reloj y efectivamente, si no llego en 15 minutos daré una mala imagen de mí en mi primer día

The name of love. (SkyDragon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora