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JongIn y yo detuvimos nuestros pasos frente a un lindo restaurante de comida francesa, creo que cabe mencionar que íbamos tomados de las manos y sentía un cosquilleo en el estómago, aunque podía ser sólo por el hambre. Él había hecho una reservación ya, por lo que rápidamente un mozo nos guió hasta nuestra mesa y nos tendió el menú, abrí los ojos como platos al leerlo.

Todo era muy costoso y estaba en francés, me sentí perdido, en cambio JongIn lo ojeaba como si fuera muy simple comprender el idioma, me altere de sólo imaginar que no sabría que decirle al mozo cuando viniera a preguntar sobre nuestras órdenes.

–JongIn, tal vez debamos salir corriendo de aquí -susurré acercándome un poco hasta él –. Los platillos son costosos, debería vender mi apartamento, mis cosas y hasta mí mismo para pagar por una ensalada, y también hay un gran detallito, no entiendo nada del idioma –. Aunque tratara de sonar tranquilo realmente estaba muerto de miedo. Por el rabillo del ojo veía al mozo acercarse con un rostro inexpresivo.

–Descuida, ordenaré algo para ti –se limitó a decir antes de que preguntaran por nuestras órdenes.

Me sorprendí de oírlo hablar tan fluido el francés. Me gustaba como se oía hablando en ese idioma. En mi mente sólo podía escuchar la palabra sensual resonar cundo él hablaba, viéndome de reojo unas cuantas veces. 

–¡Hablas francés! –exclamé señalándolo, inflando los mofletes de forma infantil.

Escuchar su risa se había vuelto algo bastante necesario para mí durante todo el tiempo juntos que pasamos hoy.

–Bueno, mis padres me obligaban a tomar clases de lenguaje, prácticamente sé muchos idiomas.

–Dime algo en francés –pedí sonriendo, entrelazando mis dedos bajo mi mentón.

Sonrío enseñando su dentadura, y prosiguió a hablar –. Je veux te manger de baisers...

–¿Qué significa eso?

–Quiero comerte a besos –contestó con naturalidad, sin dejar de sonreír –. Je tombe amoureuse de toi.

Susurró acercándose a mí, como si su intención fuera besarme en ese mismo instante –. ¿Qué significa eso ahora?

Separó los labios para hablar pero el mozo lo interrumpió trayendo nuestra comida, y aunque me muriera por saber lo que había dicho, traté de no darle tanta importancia al asunto.

[...]

–Sinceramente me divertí mucho hoy, JongIn –confesé abriendo la puerta de mi departamento.

Di una vista hacía el interior y vi a Baekhyun dormido en el sofá, boca abajo con saliva cayendo de sus labios y el trasero levemente elevado, era una escena digna de capturarse en una cámara y luego utilizarla para extorsión. Los fríos dedos de JongIn me sacaron  de mis pensamientos, había tomado mi mentón con suma delicadeza, y girando mi rostro para que lo viera a los ojos, me estremeció y causó que mis latidos se alocaran golpeando mi pecho con fuerza, ni hablar de su sonrisa y la capacidad que tenía para que las piernas me flaquearan, sin embargo no me alejé ni protesté al respecto.

–Fue un gran día... –dijo ladeando la cabeza a medida que aproximaba su faz a mí, con lentitud –y está por ponerse mejor –. Sonreí.

Imité su acción, acercándome un poco a él, sin dejar de verlo a los ojos, ya sentía su respiración contra la mía. Respirábamos el mismo aire muy de cerca, toqué aquellos labios con los míos, sintiendo apenas el roce y cambié de dirección,dándole un beso en la mejilla. Se quedó atónito por unos segundos hasta que lo sentí sonreír.
Mentiría si dijese que no quería besarle, sus labios se veían apetecibles y suaves, pero yo no era el tipo que daba besos en la primera cita, y JongIn no sería la excepción.

–Ten una linda linda noche, Kim JongIn –le dije burlón cerrando la puerta, pero sin dejar de verlo y mostrarle como sonreía divertido con su expresión.

Busqué en mi habitación una manta color celeste y cubrí a Baekhyun, que ahora murmuraba tonterías y abría los ojos un poco para soltar unas risitas muy tiernas, finalmente acabé en mi estudio, como siempre pasaba.

Y me encontré a mí mismo escribiendo sobre los ojos de Kim JongIn, dando una extensa descripción del porqué no debía verlos fijamente, también hice un párrafo corto sobre sus labios, me había regañado por no probarlos cuando tuve oportunidad.

Writer (KaiHun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora