Steph: ¿Está todo en orden?
Me preguntaba la hermana de Katherine quien al verme pálida supo de inmediato que algo andaba mal. Por supuesto iba a fingir demencia.
Daphne: Todo bien.
Steph: De acuerdo.
Dijo sin estar muy convencida pero decidió no insistir.
Caminamos hasta el auto del novio de Steph y seguimos a la señora Valerio y Scott hasta su hogar, pues nos habían invitado a mi madre y a mi a cenar con ellos. Al llegar al hogar de mi mejor amiga me vinieron algunos recuerdos de las tantas ocasiones en las que acompañaba a Katherine a su casa. Sinceramente sentía horrible entrar a su casa cuando ella aún se encontraba desaparecida o más bien huyendo de todo ser habitante de la tierra.
Mrs. Valerio: Puedes dejar tus cosas aquí cariño. Acompáñanos a la cocina.
Decía amablemente la madre de Kath quien me notó distraída.
Daphne: Claro señora. Gracias por invitarnos.
Mrs. Valerio: No hay de que cielo. Esta es tu casa, ¿cuantas veces te lo he dicho antes?
Dijo acariciando mi mejilla, un gesto que me hizo sentir una niña pequeña de nuevo, lo cual agradecía ya que a estas alturas de mi vida, cualquier cariño o muestra de afecto era bienvenido. Nos quedamos en silencio un momento y nos dirigimos a la cocina donde Scott, Steph, el novio de Steph y mi madre se encontraban charlando.
La tarde pasó tranquila pues las pláticas entre los mayores eran oro puro. Carcajadas y anécdotas increíbles hicieron que un día tan triste se sintiera menos pesado.
La noche había llegado y era hora de que mi madre y yo nos marcháramos pero la señora Valerio insistía en que nos quedáramos en su casa pues era tarde y al menos mi madre había bebido algo de vino, claramente se notaba en el arrastrar de sus palabras que no estaba en condiciones.
Mrs. Makawee: Tranquilos, no tienen de que preocuparse, Daphne puede manejar.
Mrs. Valerio: Yo insisto. Pueden tomar la habitación de Katherine.
Mi madre me miró para que yo respondiera, acto que odiaba que mi madre hiciera, siempre me ponía a decidir a mi en éste tipo de situaciones.
La verdad es que no quería quedarme. Conocía cada rincón de es casa, infinidad de veces había dormido en esa cama, resguardada por esas paredes, pero la idea de dormir en la habitación de Katherine me parecía lo más insensato dadas las circunstancias; a la vez se me hacía una grosería negarme a las atenciones de la madre de Kath, ella siempre me había tratado como a una de sus hijas y no podía negarme a sus peticiones.
Daphne: De acuerdo. Gracias por la invitación.
Scott: No hay de que querida. Son siempre bienvenidas por acá.
Seguimos escaleras arriba a la señora Valerio quien nos guió amablemente hasta la habitación de Kath, Proporcionándole uno de sus pijamas a mi madre y uno de Katherine a mi. Lo tomé sin mucho ánimo y la madre de Kath se dio cuenta.
Mrs. Valerio: Puedo decirle a Steph que te preste uno si prefieres.
Daphne: No. Este es perfecto, es solo que me trae recuerdos.
La madre asintió con un poco de tristeza en su rostro pero sonrió.
Mrs. Valerio: Bien, espero tengan todo lo que necesiten por aquí, de cualquier modo Daphne conoce todo a la perfección. No duden en avisarme si les hace falta algo más.
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DARK SIDE
Ciencia FicciónLa secuela de HIDDEN PAST. -K Obra Original Ésta historia es 100% original y pertenece a Katherine Montilla Valerio, así como sus personajes. El plagio es un delito, evita copiar o adaptar la obra pues se demandará. ©Todos los derechos reservados 20...