Sweet Revenge ¦ Descendientes

OO1

Los días han pasado, haciéndose más largos de lo normal para los Auradianos, que no creen ver mejorías a este periodo de oscuridad que los acecha, después de todo, los villanos ganaron, y ellos perdieron.

Ahora mismo un grupo de exploración encabezado por Doug camina por los pasadizos secretos del pasillo, conformado por el ya antes mencionado y tres de sus primos. Grace, hija de Grumpy, Henry, hijo de Happy y Derek, su hermano mayor.

Los últimos días orillaron a muchos de los hijos de héroes a cambiar su forma de ser, un claro ejemplo de esto sería el mismísimo Doug, quién ha pasado de ser un chico dulce y tímido, a todo un hijo de puta, por decirlo de manera sutil.

Desde su forma de vestir hasta su actitud, ciertamente está inrreconocible, cambio los moños y las camisas de cuadros por un traje verde militar de cuero y guantes sin dedos.

Camina con las manos en los bolsillos y la capucha de su chaleco reposando sobre su cabeza, perdido en sus pensamientos, y maldiciendo a la chica que solía ser dueña de su corazón y sus pensamientos.

¡Ella solo jugó con el!

Aprieta los puños dentro de sus bolsillos ante tal pensamiento y sacude la cabeza al darse cuenta de que ya han llegado a su destino.

El pasadizo secreto que los llevaría a los calabozos, el lugar donde tenían apresados a todos sus familiares.

Doug arrastra la pared sin ninguna dificultad, Derek revisa que no haya nadie en los calabozos y rápidamente sa la señal para que su hermano y sus primos pasen.

El lugar es lúgubre y deprimente, aterrador hasta cierto punto. Los barrotes maltratados y los aparatos de tortura colgados en la pared hacen que la apariencia de aquel lugar se haga más tetrica.

Perciben llantos, rápidamente se acercan a la celda de donde provienen y pueden ver una imagen que sin duda marcaría su vida para siempre. Doc está tirado en el suelo del calabozo, posiblemente sin vida, sus hijos se aferran al cuerpo de su padre mientras las lágrimas bajan por sus mejillas.

El primero en notar la presencia de los adolescentes en Grumpy, quién corre y abraza a su hija, aún con la reja atravesada. Los demás le siguen mientras los chicos no dejan de llorar por su tío.

. . .

Ben se encuentra sentado en una de las habitaciones del Palacio de Mulán, a oscuras, con nada más que unas cuantas velas. Sus ojos cerrados y su respiración irregular

Ellos te traicionaron

Gruñe ante la voz que se hace presente en su cabeza, frunciendo el seño

Ellos se burlaron de ti, tu solo les diste una oportunidad, y miralos, te escupieron en la cara.

Los gruñidos se hacen más altos y el sudor empieza a bajar por sus mejillas, su cuerpo se tensa y cierra con fuerza los ojos

Hiciste de todo para que ellos se sintieran bien en Auradon, lo arriesgaste todo por ellos y mira como te lo agradecieron. En especial Mal, ¿Realmente crees que te llegó a amar? ¡Solo jugó contigo! Fuiste su juguete Ben, tu si la amabas, pero ella no, solo te utilizo para complacer a su madre. Por su culpa tus padres están muertos, ella y sus amigos son los únicos responsables de tu sufrimiento y del de tus amigos.

Ben aprieta los puños intentando mantener la calma, sin dars cuenta de que unas filosas garras se habían hecho presentes, encajandose en su piel.

Ella nunca te amo, ¡NUNCA!

Abre los ojos de a tope soltando un rugido, sus ojos se tornan de un color rojizo y rápidamente empieza a descargar toda su ira en una pared, sus nudillos sangran pero poco o nada le importa. Quiere deshacerse del dolor, solo quiere eso. Los golpes se convierten en zarpasos dirigidos hacia la misma pared, sus gruñidos son mucho más altos.

Ese no era Ben, ya nunca más volvería a ser el mismo Ben del cual alguna vez se llegó a saber hace mucho tiempo.

. . .

Evie observa por su balcón la nueva Auradon, que ya no resplandece como antes, la magia negra se ha apoderado del lugar que alguna vez pareció sacado de un cuento de Hadas,del lugar que hubo alguna vez.

Una lágrima resbala por su mejilla al recordar al chico de lentes que lo dio todo por ella, ignorando el hecho de que no se encuentra sola.

Carlos abraza una almohada, oprimiendola contra su pecho y reteniendo las lágrimas al recordar lo que su madre había hecho con Chico.

Jay mira un Punto fijo en la habitación, perdiéndose en sus pensamientos y evitando pensar el chica asiática que le había estado robando suspiros.

Y Mal, Mal ya no soporta más nada de esto. Se ha dado cuenta de que ser mala no la hacia feliz, que hacer sufrir a la gente no la hacia feliz, que haber cumplido el deseo de su madre no la hacia feliz. El único capaz de hacerla feliz era el chico castaño de apellido "Beast".

Muy tarde, demasiado tarde diría yo.

—Esto es una mierda— Susurra Evie entre sollozos.

Sus amigos callan dándole la razón

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¡Muy buenas queridos lectores!
Es el primer capítulo de esta historia que me tiene más que emocionada, espero a ustedes también.
¿Que les pareció el capítulo? Háganmelo saber por favor, aunque sea con la estrellita.
Sin más que decir, me retiró.