Sin Enamorarnos

10. Despedida

Todos en Hogwarts se preparaban para la graduación de los de séptimo año. La escuela había sido adornada de acorde a la ocasión. Estaban todos emocionados, harían una conmemoración a todos los estudiantes fallecidos en la batalla. Se subirían a los botes mágicos en la culminación de la celebración, para irse de Hogwarts, de manera simbólica, en la noche. Harían una gran fiesta, todo el mundo estaba emocionado.

Todos a excepción de Harry. Ese penúltimo día, Harry estaba fuera de si, no podía creer que todo llegaba a su fin, no podía creer que todos aquellos momentos con Draco pasarían, que cada minuto que transcurría era un acorte a su camino hacia la despedida. Quería parar el tiempo, quería dejarlo congelado justo en el instante en que tuviera a Draco en sus brazos. No quería dejarlo, no quería irse, no quería separarse de él. Se sentía decaído, ni cuándo Ginny rompió con él sintió tan desanimado, tan desamparado, no entendía lo que le pasaba.

Pasaron las horas, y todo alrededor de Harry temblaba, en el gran comedor, en la sala común de Griffindor, en los pasillos, por todos los lados dónde Harry pasaba, las cosas se movían sin control.

— ¡Harry!¡Ya basta! Has estado haciendo esto todo el día — dijo Hermione.

— ¿Qué cosa? — preguntó confundido.

— Tu magia, está desparramada por todos lados, ya contrólate, vas a romper algo. ¿Qué te sucede?

— No lo sé, no sé... es extraño, me siento ansioso, nervioso, no sé — Se pasó las manos por el pelo — me duele el pecho, me aprieta, se supone que deberíamos estar felices, por nuestra graduación sin embargo yo...

— Estás triste — sentenció Hermione.

Harry abrió grandes los ojos, triste, era una palabra que no se le había pasado por la cabeza, pensó en ansiedad, en nerviosismo, incluso en nostalgia, pero triste era un sentimiento que encajaba perfecto con la emoción que sentía.

— Deberías ir a ver a Malfoy — sugirió Ron.

- Sí, será la última noche ¿no?, no pierdas tu tiempo estando acá. - Apoyó su novia - vuelve a la hora de la ceremonia.

Harry no emitió ningún sonido, sonrió y salió corriendo, ¿Cómo la idea de pasar todo el resto de ese día con Draco, no se le había pasado por la cabeza antes?

No me importa la graduación.

De pronto, mientras lo buscaba, sintió una presión aún más grande en el pecho.

¿Por qué? ¿qué es lo que me hace sentir tan triste? ¿Por qué lo extraño tanto, si aún no nos separamos?, ¿Te sentirás igual?,¿Me extrañarás cuándo ya no me veas?

El dolor en el pecho no se iba.

Ron y Hermione lo vieron marcharse.

— Sabes que no vendrá a la ceremonia ¿cierto? — preguntó Ron.

— Lo sé, ni si quiera creo que vaya a la fiesta — respondió Hermione.

Ya un poco lejos de la sala común, se encontraba un desbordado Harry corriendo por todos lados. Buscó por varias partes, de pronto se encontró con Ginny. Ella le dedicó una mirada de aceptación, le sonrió levemente y entendió perfectamente las emociones de Harry, le cedería ese último día con él. Por única y última vez.

— La última noche — dijo serena.

— La última... — repitió Harry, con pesar.

— Está en el gran comedor, recién lo vi ir para allá con sus amigos — le dijo mirando hacia otro lado.