SIMPATHY - YOCAT (X1)

I

SIMPATIA. Sentimiento, generalmente instintivo, de afecto o inclinación hacia una persona o hacia su actitud o comportamiento, que provoca encontrar agradable su presencia

❤

“No puedo creer que dejaste que te hiciera su pasivo”

“¡Hice lo que tu mocosito me dijo que hiciera!”

“Lo sé, pero aun así me sorprende. Si le dijera al Seungyoun del pasado que Lee Hangyul te haría su pasivo ese Seungyoun sería capaz de golpearme y llamarme ridículo”

“Bueno ya, paso. De ahora en adelante todo será más fácil ¿No?”

“No lo creo. Seungyoun una relación no es fácil.”

“Woah… tu Kim Wooseok ¿Está diciendo eso? Creí que gatito Seok y bebé Yohan vivían en un mundo color de rosa”

“Estamos bien, pero a veces tenemos nuestros momentos.”

“Tengo curiosidad. Cuando llegaste al edificio estabas soltero, eran solo tú y tus computadoras, y cuando menos supe ese niño había entrado también en tu vida ¿Cómo paso?”

“Te lo dije en su momento, pero estabas tan deprimido llorando por tu situación con tu chiquillo que no me hacías caso”

“Lo de mi chiquillo y yo va bien así que cuéntame ¿Cómo se conocieron?”

Wooseok suspira mirando hacia la cocina donde Yohan estaba peleando con la estufa mientras intentaba cocinar. Era sábado, era su turno para hacer la comida. Wooseok lo apreciaba y no podía evitar simplemente reírse cuando recordaba como sucedió todo.

🐱🐰

Wooseok con tan solo 20 años era un recién egresado de la universidad que luego de vivir toda su vida con sus padres, al fin estaba en busca de su independencia. Gracias a las muchas becas que tenía había podido pensar en costearse un departamento para él solo.

Si alguien lo mirara por la calle caminando, se detendría a mirarlo o lo miraría de nueva cuenta en caso de que no lo hubiese visto bien. Wooseok era un joven guapo, no era muy alto, pero se compensaba con su fino rostro. En la secundaria solían decirle que era demasiado lindo y que el mundo era feo para alguien como él. Todos creían que sería capaz de tener a cualquier chica y a decir verdad Wooseok no dudaba de eso, solo que las chicas no eran precisamente lo que le interesaba y hasta ese momento tampoco sabía si lo que le interesaban eran los chicos, llegaba a considerarse asexual o algo así y es que no tenía tiempo de pensar en lo que le gustara.

Desde que era un niño había pensado que su inteligencia no era normal, dejo de serlo cuando pudo entrar a la secundaria con tan solo 10 años y lo comprobó cuando se convirtió en universitario con tan solo 15. Era capaz de resolver ecuaciones difíciles y de explicar la anatomofisiologia de un riñón al mismo tiempo. Sus padres estaban orgullosos y asustados de su hijo, pues este amaba estudiar con locura. Nunca había salido a fiestas, no había jugado con otros niños, en sus vacaciones leía enciclopedias y si sabía algo de deporte era porque lo consideraba “cultura general” pero no lo practicaba. Lo único que podía considerarse un pasatiempo para el niño prodigio eran los videojuegos, cada sábado estaría 5 horas frente a una pantalla jugando y después regresaría a estudiar, sus padres valoraban eso así que siempre le compraron las mejores consolas o computadoras que un chico amante de los videojuegos podría desear.

A pesar de que sus maestros le habían insistido en que debía ser un cirujano neurólogo o un abogado había estudiado una ingeniería en sistemas y animación digital pues su único amor eran los videojuegos y que mejor que estudiar algo relacionado con ellos. En la universidad todo había sido perfecto. Calificaciones perfectas, proyectos perfectos, clases perfectas, una perfecta graduación y por ultimo un perfecto trabajo que pudo conseguir inmediatamente pues fue el mejor de la generación.