Nos han contado muchas veces el clásico cuento de amor, las cosas por las que pasaron los príncipes para rescatar a la princesa y así obtener ese precioso sentimiento en recompensa.
Alejandra, desde un rincón de la casa, observaba a las parejas de sus hermanas. Dos matrimonios "felices" con un par de hijos en su haber. ¿Era eso el amor?
Sabía que Pedro, esposo de su hermana mayor, era un infiel mantenido. Desde hacía más de un año que no tenía empleo. El que su hermana lo soportara... ¿era amor?
Luego miró a Ana Paula y Luis, la otra pareja, lucían tan incómodos uno con el otro. Como si no soportaran estar en la misma habitación mucho tiempo. Alejandra no entendía como se habían dado los niños, pero no era algo que se animara a preguntar. Seguir juntos, a pesar de detestarse, ¿era amor?
—¿Qué haces, niña? —preguntó Matilde, la señora que cuidaba a su madre.
—Pienso...
—Oh, cuando tú piensas es algo malo, niña.
Alejandra se giró hacía ella, Matilde llevaba una sonrisa en la boca. Esa mujer y sus bromas...
—Matilde, ¿has amado?
—Por supuesto, ¿y tú?
Alejandra deseó decir que sí, pero las dudas la atacaban. Si no sabía que era el amor, ¿cómo saber si alguna vez lo había sentido?
YOU ARE READING
La última y nos vamos...
General Fiction¿Te has emborrachado alguna vez? Bueno si tu respuesta es un sí, entonces sabes que, a veces, la lengua se suelta teniendo un poco de valor líquido. Si tu respuesta es no, bueno, que aquí verás lo que pasa en una alegre fiesta familiar. Solo recuer...
