Amor Prohibido

Capitulo 1

Lunes 6:20 am

― Dulce ― 

― Dulce ― Una voz es escucha desde algún lugar de mi cabeza.

― ¡Dulce! ― Se escucha cada vez mas fuerte.

― ¡Dulce Maria!― Si definitivamente ese es mi nombre y esa voz es de una mujer.

― ¡Dulce Maria Espinoza!―  

― ¡Oh, rayos! ― Mis tobillos son tomados por una fuerza brutal, llevándome lejos de mi hermoso santuario, mi cama, para caer boca abajo contra mi alfombra blanca.

― Dulce Maria Espinoza me puedes hacer el favor de levantarte en este instante ― la voz de mi mamá definitivamente era clara ahora.

― ¿mamáaaaa que pasa?¿porque me levantas asiiii? ―

― Tengo mas de 15 minutos tratado de despertarte, ya no eres una niña, es lunes, debes ir al colegio ― 

― pero mamá... ― y fui abrupta mente cortada 

― Mamá nada, duchate, tienes exactamente 10 minutos para estar lista para ir a clases, ¿entendiste? ― dijo caminando de vuelta para salir de mi recamara

Odio madrugar.

¿Quien carajos puso como regla, que la hora de entrada debe ser a las 8:00 am? ¿No sabe que estaremos 8 horas, cada día, dentro de esas instalaciones? ¿Podríamos simplemente salir una hora mas tarde, para lograr dormir un rato en la mañana, no?, Creo fielmente que la persona que invento la frase:  "El que madruga, Dios le Ayuda" no sabia nada acerca de los placeres de la vida, era un ignorante.

Y como si no fuera más que toxica esa persona para la sociedad, existió otro ser que invento los despertadores, ¡Ja! ¿Que no saben de la relación amorosa que existe entre la cama y las personas?.

Dormir y comer son los mayores placeres de la vida.

― Dulce, espero que ya estés en la ducha ― Grito mamá desde abajo en la cocina.

― Jesucristo, ya vooooy ― Tome mi toalla, y mi cepillo de dientes para entrar al baño.

¿Que como soy?

Bueno, normal supongo, soy bajita mido 1, 60 metros de hecho soy la mas baja de mi salón, piel blanca y tengo mi cabello rojo largo y mi son son negros, no soy la típica chica con flaca con curvas, pero que puedo esperar, digo, apenas tengo 15 años y soy Dulce el terror fantasma de los deportes.

Después de 30 minutos en la ducha, una larga lista de ideas de como poder volver a la cama y muchos llamados de mamá, mi estomago rugió, así que seguí mi segundo placer.

Baje las escaleras, y entre al comedor, donde la luz del sol entraba de lleno por los grandes ventanales, mi hermano engullía un plato gigante de huevos revueltos y frutas, mi mamá por el contrario tomaba  café con unas tostadas con miel.

― Oye despacio, nadie te lo va a quitar ― Le dije a mi hermano, Alfonso.

― Buenos días pequeña ― me respondió con toda su boca llena, metiendo otra cucharada sin siquiera respirar.

Mi hermano Alfonso, es Mayor por 10 años,  por el contrario a mi, el media 1,95 y era una masa de músculos, su adicción por el fútbol y el Gimnasio habían dado resultado a lo largo de los años, su cabello negro, sus ojos oscuros y sonrisa moja bragas hacían estragos en todas las chicas que tuviera alrededor, incluyendo a mis compañeras de secundaria. Mucha gente dice que es el hombre mas frío, sin corazón y que sus pensamientos son todo un misterio, no deja entrar a nadie más allá de sus limites.