Después del adiós.

12.

Gracias a su querida madre podía por lo menos ver la television, sino se aburriría como nunca antes en ese hospital él solo, ya iban casi dos días y Écarlate no se dignaba a aparecer, ¿Tanto se había enfermado del estomago que no habia venido?

El programa de television que estaba viendo cambio a un boletin especial de noticias; mostraba el resiente asesinato de una hombre que las autoridades buscaban hace mucho: Saga Castor, conocido en el rubro de los Sicarios como "El Patriarca" actual líder de una organización que se creía desmantelada. Siguió viendo la noticia sin mucho interés hasta que en la pantalla apareció la imagen de quien lo había matado.

Écarlate Abbadie.

Aparecía como el único sospechoso y él mismo se decía culpable. Las únicas palabras que el pelirrojo habia dado a los periodistas del  porqué, fueron simplemente:

"Porque se lo merecía, ademas hice justicia por toda la gente que ese lunático asesino o mando a matar"

- Mando a matar...

Lo supo de inmediato, lo demás era solo una excusa barata para que no creyeran que tenia algo personal en contra de él. Écarlate se había arriesgado tanto, fue descubierto solo para quitarle la vida a la persona que quería matarlo a él, pero ¿Como sucedieron las cosas, como fue descubierto? No podria estar tranquilo hasta que supiera la verdad, para su desgracia Kardia no contestaba sus llamadas. ¿Estaria enterada? Por supuesto que si, sospecha que incluso le ayudo.

- Esto es culpa mía.

Cuando la periodista mencionó que lo más probable fuera que se le otorgaran 10 años de cárcel como mínimo, su mundo entero se hizo pedazos, ¡Mínimo! 10 años apartado de su hermano, de su amando hermano, del hombre había hecho todo lo posible y tambien lo imposible para mantenerlo seguro, lo alejarían injustamente de su lado, y no podría hacer nada para evitarlo.

La puerta se abrió asustandolo, se aguantó las ganas de llorar al ver entrar a un pequeño castaño que no conocía.

- ¿Tú eres Mystoria? - solo pudo asentir- ya viste la noticia, lo siento no debías enterarte así, Écarlate te envía esto.

Paso una carta a sus manos, la cual no quería leer, sabia lo que estaría escrito en ella y no quería aceptarlo. Sintio la mano del desconocido en su hombro como dándole apoyo.

- Cuando te sientas listo leela ¿De acuerdo?

- Esta bien...

Horas antes.

El plan estaba armado, algo sensillo pero letal, tambien evitaba que tanto su madre como Zaphiri fueran descubiertos en caso de cualquier cosa, el unico que asumiría la responsabilidad seria él. Que importaba que lo encarcelaran, haría justicia sin importar nada... no,  habia alguien que si le importaba, a quien jamas se perdonaría por dejar solo, y que tal vez inevitablemente lo dejaría por varios años, no podía lanzarse a la guerra sin darle explicaciones a Mystoria, pedirle perdon por no poder cuidarlo y darle todo su apoyo, amor y cariño en su recuperación.

Escribió una carta, ese pedazo de papel llevaba muchos sentimientos que solo ese bello francés le hacia sentir. Le pidió el favor a Krest de entregársela a Mystoria una vez que Kardia le avisara si había pasado lo inevitable.

Ahora ahí frente a la casa de su objetivo, los tres listos para hacer que Saga pagara todo el daño que estaba asiendo. Gracias a Mu supieron en donde vivía, se sorprendió al ver una casa más pequeña que la suya, conociendo a Saga creía que su casa seria mínimo de tres pisos, era una casa pequeña, tal vez para no llamar la atención. Antes de comenzar Kardia lo detuvo, saco de entre sus ropas un collar con el dije de la constelación de Escorpión.