Por más que intento hacerlo reaccionar Camus no abría los ojos, la desesperacion se apropio de él, no sabia que hacer todo el entrenamiento que había tenido para estos casos se fueron de su cabeza en un segundo.
- ¿¡Que hacemos!?
La voz asustada de Kardia lo hizo reaccionar, paso al pelirrojo mayor a los brazos de Mystoria y sin perder un segundo más de tiempo comenzó a indicarles que hacer.
- ¡Hay que llevarlo al hospital, mientras vamos en el camino traten de hacerlo vomitar lo más que pueda! Puede que no se hayan disuelto todas las pastillas en su estomago, ¡Hay que irnos ahora!
Dicho y hecho. El camino al hospital se le hizo el más largo de su vida y eso que se paso señales de alto y semaforos. Cuando llegaron lo primero que le dijo Mystoria era que el francés tenia un pulso casi nulo. A gritos pidió ayuda para su tío, no podian perder tiempo y no le importo armar un escandalo.
Camus escuchaba todo muy lejano y con eco, no sabia donde estaba y tampoco le importaba, la única voz que escuchaba con claridad era la su griego.
"Aún no es tu tiempo."
"No me importa"
"¿Cuando dejaras de ser tan testarudo cubito?"
No le respondio, había dejado de escucharlo a hasta a él. De repente le dio un horrible dolor en la garganta aumetando el mal sabor en la boca. Un lavado de estomago, estaban tratando de salvarlo.
~•~
Las horas que estuvo el francés en el quirofano se les hicieron eternas, se estaba repitiendo la historia, en menos de dos semanas ya habia pisado dos veces ese hospital con un familiar con riesgo de muerte, primero Milo por culpa de su trabajo y de la rencorosa de Athena y ahora Camus; tratando de acabar con su vida para seguir a su amado griego. La vida no podía ser más cruel cuando creía recuperar su familia dos de ellos se iban.
- ¿Por qué tardan tanto? ¡Ya me tienen nerviosa!
Kardia se apretaba los dedos de las manos tratando de calmar aunque sean un poco su nervisismo.
- No lo sé, esperemos que todo salga bien.
- Que los Dioses te escuchen Écarlate.
Los minutos pasaban demasiado lento, las enfermeras corrian de un lado a otro sin decirles nada. Kardia estaba a un pelo de entrar ella misma a esa sala para saber que demonios pasaba. Hasta que al fin salio el medico encargado preguntando por los familiares de Camus Bellrose.
- Lamento decirle que tratamos de hacer lo más posible, el bupropión habia llegado a su sangre, hicimos una transfusión de emergencia pero aún así no puedo asegurarles nada. Estará en la UCI hasta que muestre mejorías, se les avisara cuando puedan pasar a verlo.
Sin más que decir el doctor se retiro, dejando a una familia hecha pedazos, en definitiva la historia se les repetía, esperaban que esta vez tuviera un resultado distinto.
Cerca del medio día del día siguente al fin pudieron ver como estaba, lo encontraron dormido conectado a una infinidad de maquinas que le daban oxigeno median sus signos vitales y dos intravenosa en los brazos. Écarlate ladeo el rostro, por los Dioses que había visto varias veces como ese mismo hombre torturaba a personas pero no podía verlo a él en tal mal estado. Kardia se retiro Mystoria la siguió, ella no quería ver a otro familiar al borde de la muerte.
Cuando ambos pelirrojos se quedaron solos Écarlate se permitió decirle todo lo que se estuvo guardando los años que lo conocía.
- ¿Sabes? La primera vez que te vi creí que eras mi padre, tú y él se parecen demasiado. Solo que Dégel abandono a mi mamá y tú abandonas esta vida por amor.- acerco a una silla, tenía para largo- los primeros días de entrenamiento me asuste, quería salir corriendo de ahí, tomar a Mystoria y escapar. Eras bastante estricto e intimidante, pero me di cuenta que con el tiempo comenzaste a "ablandarte" conmigo, siempre quise saber porqué pero veo que no podre conocer la respuesta. Si aún existe el Ganimedes que conocí, el torturador más experimentado de Athena en tu interior; lucha. No dejes que esa maldita pastilla consuma tu vida, mi tío no hubiera querido que hicieras esto por él, hubiera querido que sigas con vida. Tú mismo lo dijiste fui el primer niño que soportaste más, tú fuiste la primera persona que me dio los ánimos suficientes para soportar estar encerrado en esa organizacion de sicarios. Tienes una familia con nosotros, mi mamá, Mystoria y yo no te dejaremos solo pero por favor, no nos dejes aún.
Esperaba con todas sus fuerzas que lo hubiera escuchado. Se seco una lagrima traviesa que se le escapo. Lo miro por ultima vez antes de irse, encontrandolo despierto mirándolo apenas.
- Lo siento. Solo te pido un favor... no quiero morir aquí.
Su voz era apenas audible, entendió a que se refería. Sonriendole con tristeza tomo una de sus manos con fuerza.
- Te voy a extrañar.
Ahora si abandono la habitacion para pedir el alta voluntaria.
Camus quedo mirando la ventana, en donde la figura de Milo se hacia cada vez más visible. Su amado griego se acerco a la cama y se arrodillo a su lado acariciándole los cabellos.
"Lo críaste bien por mí. Pero Camus escuchalo aún estas a tiempo de que te salves. Aún no es tu tiempo, vas a abandonar toda una vida, a una nueva familia"
- No es lo mismo si ya no estas.
"Tampoco lo será si tu no estas. Aunque sea ¿Lo puedes pensar?"
- No te prometo nada.- volvio a cerrar sus ojos.
Milo sonrió, eso era más que suficiente.
"Te prometo que te estaré esperando el tiempo que sea necesario"
Beso su mejilla y desapareció.
💫
¡Les dije que iba a hecharle sal a la herida!
Como dije en "El Recuerdo de un Demonio" Camus estará relativamente vivo, ya saben como terminara el cubito pero de todas formas aviso.
No me odien por hacelas/os sufrir otra vez, ¡Yo los/as amo!
ScorpioNoMilo. 💕
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Después del adiós.
FanfictieDos de las personas que más quería fueron arrebatadas de su vida de una forma cruel. Ahora debe proteger a quienes le quedan. Todo se complica después de esa ultima despedida. (Secuela de: Mi hermoso enemigo.)