Cada día que pasaba lejos de quienes amaba se le hacia una eternidad, ya hasta había perdido la cuenta de cuanto tiempo llevaba en ese lugar, rogandole a los Dioses que la recuperación de Mystoria fuera bien y nadie más quiera hacerle daño, porque él no estaria cerca para protegerlos. Tenia la tranquilidad de que Zaphiri se comprometio a proteger a su familia el tiempo que fuera necesario, como una forma de agradecimiento por no lastimar a Krest, y ademas de darle la posibilidad de llevar una vida tranquila junto a su enanito.
Miro a través de los barrotes de la ventana, no tenia nada más que hacer que eso, sus compañeros de celda se encontraban en el patio de la prisión por lo que no podia conversar con ellos.
Casi dos años llevaba ahí, privado de su libertad pero feliz al mismo tiempo, por haber acabado con la vida de Saga por darles la alegria de vivir tranquilos a su familia, pero al mismo tiempo le entristecía, no seria testigo de esa felicidad, se perdería de muchas cosas, de las fechas importantes, de cumpleaños, aniversarios e incluso del nacimiento de su segundo hermano.
- Hey, niño tienes visita.
Miro mal al guardia, no era un niño ya contaba con 21 años. Paso tantas cosas en su vida que la niñez no la disfruto, solo ocho bellos años junto a su mamá y su tío, años que guardaría con mucho cariño en su memoria y corazón. Siguió al guardia hasta donde Kardia lo esperaba, venia sola lo que lo decepciono un poquito, quería ver a Mystoria, no lo había podido ver en mucho tiempo y no sabia porqué su madre tampoco le decía nada.
Se abrazo al cuerpo de Kardia con fuerza y todo lo que su pancita se lo permitía, ya contaba con seis meses de embarazo.
- Mi niño hermoso, no sabes cuanto te extrañe.
Posiblemente no era ni la mitad de lo que él la extraño a ella, aunque nunca se lo dijo es lo más importante que tiene en su vida. Kardia lo miro a los ojos, el rostro, viendo como los años pasaban por su hijo mayor, pero para ella seguía siendo tan guapo como siempre.
- ¿Por qué Mystoria no vino contigo?
Le sonrió con cariño, no le sorprendía que preguntara por él, le hubiera extrañado que no lo hiciera. Obviamente sabia la razón de eso, pero no se lo diría.
- No debería decírtelo, y no lo haré...- miro para otro lado porque sabia el arma que utilizaría su hijo, aunque no podia ser tan mala con él- Bueno, no vino porqué te tiene una sorpresa.
- ¿Sorpresa?, ¿Que es?
- Eso si que no te lo digo. Cambiando el tema, ya sé cuando nace este bebé.
- ¿En verdad, cuando?-vio a su madre volver a sonreir, pero con un poquito de tristeza como si esa fecha le diera nostalgia, y mucha. Comenzo a sospechar a que se refería- No me digas que...
- Así es... Tengo fecha de parto para el 8 de noviembre.
" -Se acercan buenas noticias sobrino querido, muy buenas.
Milo un día se le había vuelto a aparecer en un sueño medio raro, era raro porque podia verlo como un niño pequeño. Ademas que le llamaba mucho la atencion que no estuviera Camus con él.
El niño lo tomo fuerte de un mano, haciendo su sonrisa más grande.
- ¡No te salvaras mucho tiempo de mi!
Justo cuando le iba a pedir explicaciones, despertó"
Ahora entendía ese sueño, a que se referia su tío, acaricio con cariño la pancita de su mamá recibiendo una patadita en su mano.
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Después del adiós.
FanficDos de las personas que más quería fueron arrebatadas de su vida de una forma cruel. Ahora debe proteger a quienes le quedan. Todo se complica después de esa ultima despedida. (Secuela de: Mi hermoso enemigo.)