Capítulo 4

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Tres meses después, London

Salió del edificio donde estaba viviendo, para adentrarse en un hermoso día de finales de otoño, supo que se alegraba de estar aquí en Londres.

Se encontraba trabajando en el nuevo restaurante que acababa de abrir en una de las zonas más prestigiosas del centro de la ciudad.

Lo irónico era que, sabiendo que el propietario del restaurante era El Sr. egoísta, inmaduro y cobarde, sin embargo ese lugar fue su hogar durante todos estos meses.

salio corriendo de la cocina, mientras sentía una sensación de náusea cada vez mayor. Las náuseas ya son normal.

Había estado vomitando todos los días desde el último mes, y cada vez se sentía peor. Finalmente, y tras una visita al médico la semana anterior, le habían confirmado que estaba embarazada.

Todavía no lo había asimilado y, mucho menos, había podido ponerse en contacto con William.

Habían transcurrido ya tres meses desde aquel accidente, sus padres aun no sabían nada, y vaya de que manera podía explicar su embarazo! y también descubrió que William alias el cobarde mas grande de la historia era el nuevo primer ministro y el padre de su hijo.

-Alice, como estás?

-Mamá, no te preocpes, me conoces soy fuerte.

-Deja el orgullo y regresa.

-No, lo creo, estoy muy bien.

-Hija, aprovecho para informarte que tenemos la cena beneficia este sábado, papá te necesita.

-Esta bien, haré todo lo posible.

-Te llamo cuando estemos en la ciudad.

-Te amo, saludos a Papá.

Caminando hacia la cafetería, vio a William otra vez, esta vez estaba en una valla publicitaria en un edificio, se pregunto si alguna vez pensaba en ella, o simplemente su mente solo esta ocupada en asuntos de política.

Por una milésima de segundos se sintió insignificantes pero desecho ese pensamiento de inmediato, toco su vientre y siguió su camino. Se llevó las manos al vientre y no pudo contener las lágrimas, tenia miedo de que rechazara a su hijo, así como lo hizo con ella misma.

Fue a la cocina a preparar lo que hacia falta, luego se fijó en cada mesa que todo estuviera en orden y bien limpio.

Unas horas después durante su descanso, se dispuso a ojear un poco y abrió el último periódico con desgana porque deseaba irse a dormir, pero entonces su corazón comenzó a palpitar descontroladamente cuando vio en él una fotografía de William.

No podía apartar los ojos de él, esos duros rasgos estaban suavizados por una sonrisa que lo hacía parecer más guapo todavía. Se le veía feliz. Se le veía satisfecho. Parecía estar despreocupado. Inconscientemente, ella se llevó la mano al vientre.

El Verdadero Amor de Downing Street (The Downing Street True Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora