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En la habitación, Mike se recostó entre las suaves sábanas blancas de la cama, mantuvo su atención a la puerta esperando al mayor, pero pasaron horas y horas, y el millonario nunca apareció,eso lo tranquilizó un poco. Aún así, mantuvo otra hora más esperando a Norton, tenía la idea de que algo estaba ocurriendo afuera de la habitacion, no sabía si era algo positivo o negativo para el, solo deseo que no fuera la segunda opción,no quería ensuciar por segunda vez su cuerpo.
De repente, se escucharon pasos a las afueras de la habitacion, de par en par, dejando que la luz proveniente del pasillo entrara sin aviso alguno. El joven, tembló de miedo, escucho a Norton murmurar algo intendible, a la vez que pudo reconocer el sonido de una botella siendo removida por varias veces, le parecía muy extraño, por esa razón, sacó un poco la cabeza para observar la escena, pudo ver a un Mr. Mole borracho, con sus cabellos  desordenados, no tenía sombrero y chaqueta, sólo la camisa abierta mostrando sus pectorales  y cicatrices. Pudo divisar unas pequeñas lágrimas salir de sus ojos, como lluvia de invierno, su respiración era entrecortada, verlo de esa manera, por una extraña razón, le destrozó el corazón al acróbata.

–Pequeño Mike, estás despierto– No sé había percatado que Norton lo estaba observando, no debió haber sacado su cabeza entre las sábanas. El mayor se acercó tambaleándose hacia el joven, se le veía triste y sus mejillas estaban coloradas por el alcohol, era como ver a otra persona. – Perdón por todo, no quería hacerte daño, solo me sentía muy solo en esta mansion. Quería que alguien me amara, que me dieran el  cariño que me falta, que me abrazara, que me salude cada mañana con una sonrisa.... ¡¡¡Te amo Mike, mas que a nadie!!!

–Si me amaras de verdad, me hubieras deja ir hace mucho tiempo– dijo el acróbata con voz hostil, tenía confianza de que Norton era un ebrio deprimido, y eso lo agradecio, así podría desahogarse de una vez y hacerlo sufrir con sus palabras frías, se iba a vengar por todo lo que le había hecho.–Te odio, eres despreciable, malvado, idiota y...

–Lo siento, lo siento, lo siento– Dijo Norton con una voz atona, corrió hacia el menor y lo abrazo con mucha fuerza. Mike intentó zafarse del agarre, pero al escuchar el llanto del mayor en su oído, se dejó llevar,esta vez el joven no sabía cómo reaccionar. – Mike, ¿Que hago para que tu seas feliz conmigo?

–Déjame ir...

–No puedo, tu eres mi mayor fortuna– interrumpió Norton. – No te quiero perder.

El acróbata busco una respuesta adecuada para el mayor, quería ser cruel y cobrar venganza, pero ese Mike Morton no era el. La único que hizo fue acariciar la espalda del millonario, estaban demasiado junto que el olor a alcohol inundó las fosas nasales del menor. Penso en diferentes razones que explicarían la actitud de Norton,llegó en una conclusión confusa "sus padres lo abandonaron o no le dieron el amor correspondiente". Observó las cicatrices que cubrían todo el cuerpo de Norton, eso podría explicar algo.

–Mr. Mole ¿por qué tienes esa cicatriz? – preguntó el acrobata con una voz infantil. El hombre lo observó  con los ojos con forma de plato, en su mente retrocedió en el tiempo recordó cada detalle de ese día en que perdió la humanidad y se había convertido en el monstruo que era hoy en día.
Los ojos lleno de determinación de Mike, le hicieron despertar de esa pesadilla, aquellos tenían un brillo que le hacía enloquecer de amor, estos se podrían comparar con la redonda y luminosa luna llena. Ahora eso joven era su novio, o eso él creía, tiene el derecho de saber sobre su pasado, pero le daba mucho miedo como iba a reaccionar ante esto.

–Soy un asesino, Mike.






En el circo Hullabaloo, decorado con un cielo lleno de pequeñas estrellas que dejaban una marca de belleza natural al ambiente. Todos los del circo estaban ya dispuesto a dormir felices por su duro trabajo, excepto la mujer de cabellos castaños y vestuario rosado. Margaretha daba vueltas en su pequeña habitación, pensando en la mejor forma de sacar con vida a su amigo. Todas las ideas eran alocadas, y ponían en riesgo la vida del joven. Estaba muy estresada, tanto que en sus espectáculos se equivocaba por estar distraída pensando en Mike, también tenía pesadillas de los gritos del acróbata pidiéndole piedad a Mr. Mole, despertando sobresaltada, sudando y con una respiración exagerada.
"Te sacare de ese  horrible lugar, pequeño, y escaparemos los dos juntos, para que el no te encuentre"
Se imagino a Mike sosteniendo su mano, mientras ambos corrían, escapando de las garras de ese monstruo, era una escena de película romántica, por una razón le causó un gran suspiro lleno de amor, de verdad quería vivir ese momento soñado.
La bailarina despertó de sus pensamientos cuando escucho a una persona golpear la puerta, se fue corriendo hacia esta y giro el pomo, se encontró frente a frente con un payaso, este tenía una mascara con una sonrisa escalofriante. El lanzo una risa nerviosa, estiró la mano para saludar a esa hermosa princesa como corresponde, con un beso en su mano y una reverencia, pero esta se alejo y frunció el ceño.

–¿Que es lo que quieres, Joker?–preguntó malhumorada.

–Solo quiero ser amable contigo y tú me tratas como una basura, todo porque estas "enamorada" de ese risitos de oro– gruñó el payaso.–Olvidate de él y ven conmigo, creeme de verdad te amo, Margaretha.Juntos podemos formar una hermosa familia.

–Risitos de oro– se rio un poco la bailarín, luego tosio para volver con la seriedad, se cruzó de brazo y levantó la ceja, demostrando que no creía en las palabras del hombre.Continuo con sarcasmo– ¿En serio me amas?... Lo único que amas son esos cohetes raros que tienes en tu habitación.

–Oye, son mis adquisiciones más apreciados – refunfuño joker.

Margaretha lo miró de reojo por la respuesta estupida de parte de él, con sólo oírla le recordó a ese malvado millonario que tiene encerrado a su amor. Se enfureció tanto, que le cerró la puerta en la cara al payaso, dejándolo confundido.

–Dios, las mujeres son muy difíciles– comentó el joker, mientras se daba la vuelta para retirarse, pero Margaretha lo detuvo abriendo la puerta de par en par. El hombre se dio la vuelta sobresaltado por la brusquedad de la mujer.

– ¿Cuántos cohetes tienes?– preguntó la bailarina con una mirada fulminante.

– Por el momento tres–contestó el hombre aún más confundido, observó a la mujer acercarse lentamente.
La mujer se posó enfrente de él y con una mirada llena de maldad, le pregunto:

–¿Podrias hacer tantos cohetes para hacer volar una mansión entera?

MR.Mole ( Mike x Norton, Identity v)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora