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En la cocino aún gobernaba el silencio, la jardinera había salido para continuar con sus deberes. Martha seguía nerviosa, ya no le quedaba uñas que comer para tranquilizarse. Por el otro lado, el hombre de la capucha estaba apoyado en la pared con los ojos cerrados y las manos en los bolsillos de su pantalón.
Podrían haber mantenido ese silencio por horas, pero la llegada del moreno hizo que ese ambiente se rompiera. Ambos empleados se giraron hacia el ruido, William indicó con la mano a Naib para que lo acompañará. Ahí es cuando la mujer sintió el verdadero terror, si el joven le dice la verdad a Norton estaban todos perdidos. Observó cómo ambos hombres se retiraron del lugar sin dirigirse ninguna palabra, cuando Naib se giro para cerra la puerta, este le guiño el ojo para que toda la desconfianza de la ama de llaves se fueran. Cerro la puerta, dejando a Martha dando una gran suspiro de alivio, se recostó en la mesa, sintió un dolor de cabeza aún más grande que el anterior.
No soportar más, tenía que ir a pasear o hacer alguna orden de su jefe para así olvidarse de todo este estrés, pero primero quería saber si el joven acróbata estuviera vivo.
Se levantó, para dirigirse hacia la salida, tenía miedo por encontrarse cara a cara con su jefe, de seguro el iba a destruirla con preguntas. Pero, tomó todo valor, giro el pomo y entró a la sala principal, donde observó a lo lejos a los dos empleados y a Norton, conversando muy seriamente. Se escondió detrás de una estatua griega, esta era del diós Apolo con una pose muy provocativa, empezó a escuchar la conversación con mucho cuidado.

–Lo siento, Jefe, pero no puedo matar a Margaretha– escucho la voz de Naib,esta era seria y temblaba por cada palabra. El hombre sabía muy bien que Norton no estaría muy feliz de recibir esa respuesta. –Usted ahora no esta razonando correctamente. Debe saber que eso empeorará las cosas con Mike, lo va a odiar, piénsalo mejor.
No hubo respuesta por parte del millonario, sólo se escucho el viento resoplar las hojas del jardín principal. Martha pensó en un momento que la habían descubierto, aún asi creía que no.
– Mi pequeño Mike– sonó una voz susurrante, la mujer la confundió con otra persona pero al analizarla mejor, esta era de su jefe. – Pará el, ya soy un monstruo.

Era muy extraño escuchar a Norton tan deprimido, era la primera vez para Martha y al parecer para los demás. "Y si Mike esta transformando el corazón frío de Mr. Mole y lo está volviendo uno más compasivo" penso por un rato la ama de llaves. Movió su cabeza para quitar eso en mente, un monstruo siempre será un ser oscuro, ni siquiera el amor lo podrá curar.

–Jefe, intente conversar con él, podrian tener una cita– comentó William, por su voz se notaba nervioso, no sabía cómo reaccionaria Mr. Mole. Pero, en vez de recibir un golpe de él, obtuvo una pequeña sonrisa.

–Es la primera vez que dices algo razonable–Dijo Mr. Mole, para luego subir las escaleras. Ambos empleados se le quedaron observando, hasta que este desapareció en el profundo pasillo en dirección hacia su habitación. El moreno tiro un largo suspiro, se observó las manos estas estaban temblando, ese hombre le causaba tanto terror.

–Una cita, ¿en serio? – se burló el hombre de capucha.

–Viste como estaba, se veía tan extraño. Era la única cosa que se me ocurrió.

–¿Y si no resulta? Sería una estupidez sacrificar tu vida por otros–preguntó repentinamente Naib, luego giro su mirada hacia la estatua en donde se escondía Martha, hizo una pequeña risa. Al parecer la había descubierto, ya que esa indirecta le cayó justo a ella. – Bueno, los consejos de Martha son peores.

–Ya se que me descubriste, no es necesario esa burla–Dijo la ama de llaves, está salió detrás de Apolo, tenía dolor de espalda por tener la misma posición por unos largos minutos. El de la capucha, le tiro una sonrisa burlona. Mientras, que el moreno se sorprendió por la presencia de la mujer.– Gracias, Naib.

–¿Por qué?

–Por negarte en asesinar a Margaretha, te debo una–Martha estaba muy contenta por la actitud del joven, siempre se mantenía firme en cada decisión que tomaba, dándole la confianza necesaria para que Norton creyera en el.

–No me debes nada, tengo una política en donde dice que no mató mujeres o niños– contestó el joven, sonrojado por las palabras de la ama de llaves. – Aparte, ya estoy metido en todo su lío.
De pronto, alguien golpeo la puerta principal. William se sobresalto por el sorpresivo sonido, mientras que la ama de llaves se acerco para abrir la puerta. Giro el pomo, al abrir la puerta el aire fresco del día entró sin aviso alguno, la luz del sol la cegó por un momento pero luego se dispuso a observar al nuevo invitado.

Aún seguía en el comedor, con la chimenea prendida, la botella que Mr. Mole le había utilizado para atacarlo  seguía en el piso, derramando el poco líquido que le quedaba.Se sentía muy mal, Margaretha estaba en peligro y todo por su culpa, su llanto recorrió cada esquina de la habitación. En ese momento, lo único que quería era volver al circo y olvidarse todo lo ocurrido con Norton. Como si eso fuera posible.
Se revolco en el sofá, este todavía tenía el aroma del mayor, por una extraña razón se excito . Su cuerpo reacciono con una ereccion abajo suyo, estaba confundido, no tenía ni idea del porqué le causaba aquella sensación . Tenía mucho calor y su respiración estaba agitada.Se imagino a ese Norton gentil que conoció en el circo, cuando lo invitó a su mansión recordó ese hermoso tarareo.
"Lo hubiera amado, pero se comportó como un maldito idiota" pensó el acróbata, se desabrocho el pantalón, cuando lo hizo, sacó su miembro y comenzó a masturbarse. Pequeños gemidos salían de su boca, se escucharon tan fuerte, tanto que eso hizo que el joven su pusiera nervioso, mordió su labio para que nadie logrará escucharlo.Empezó poco a poco aumentando el ritmo, se sentía muy bien.
Llegó al final, se corrió en toda su mano, observó el desastre que había hecho. Agradeció que fuera algo rápido, así nadie lo descubriría en el acto. Se levantó lentamente del sofá, con cuidado para no dejar ninguna mancha, se abrocho rápido el pantalón, recupero la respiración y se seco el sudor de la frente con la manga.
Lo negativo de todo esto, es que el pantalón no era suyo, sino de Norton, lo había manchado todo. Sintio una vergüenza tremenda, no sabía que hacer con todo esto, ni siquiera sabía cómo limpiar su mano utilizada para la "acción". Su cabeza comenzó a dar vueltas y vueltas, hablar con Martha sería una opción pero no podía, como le explicaría todo esto. Y los demás empleados no le tenía tanta confianza para pedirles un favor.
Para el, tenía una única opción, lo cual era salir con cautela de este lugar y buscar algo con que limpiarse, para borrar la evidencia. Mientras se acercaba hacia la puerta, sintió como unas gotas del liquido caía por toda su pierna. De verdad necesitaba encontrar algo lo más rápido posible.

MR.Mole ( Mike x Norton, Identity v)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora