"En 1945, recién terminada la II Guerra Mundial, Georges Orwell decía que "el nacionalismo no debe ser confundido con el patriotismo. Entiendo por patriotismo la devoción por un lugar determinado y por una particular forma de vida que no se quiere imponer...; contrariamente, el nacionalismo es inseparable de la ambición de poder".
(Juan Antonio Sagardoy Bemgoechea. Académico de Número de la Real de Jurisprudencia y Legislación)
