骗子 Justin Huang y tú~ NEXT

~•第一章•~

—¡______ (T/N) APÚRATE O LLEGAREMOS TARDE!— Gritó QuanZhe desde el balcón.

–¡QUERRÁS DECIR 'LLEGARÉ'! ¡Tú no estabas invitado a la fiesta en primer lugar!— Respondí, bajando rápidamente las escaleras, saltándome algunas. — No puedo creer que mamá me obligara a llevarte conmigo. ¡No soy una niña! ¡Y tu eres un idiota al haberte ofrecido!— Lo empujé suavemente.

—¡No me eches la culpa! Es más, ¡agradéceme! Si no fuese por mí, no te hubiera dejado ir.— Puse cara de asco.

—Sólo no hagas que me arrepienta de haberle pedido un hermanito de pequeña a mamá y papá...— supliqué, para luego taparme la cara con las manos de la vergüenza. —
... Por Dios, ¡Eres menor que yo! ¿CÓMO SE SUPONE QUE VAYAS A CUIDARME? ¡YO VOY A TENER QUE CUIDARTE!— Me quejé.

—Yaaa, déja el drama y vámonos.—

—Ya me quedé sin amigos...—

—¡Qué dramática eres! Ni que fuera tan malo...— Lo miré con cara de '¿En serio?'

—No me olvido de que le dijiste a ZhengTing que me gustaba, QuanZhe.— Encaré. —¡Y sabes que es mentira!—

—Exagerada... Fue solo una bromita pequeñita.— Juntó los dedos índice y pulgar frente a su cara, dejando un espacio minúsculo entre ellos y mirando por ahí. Me reí.

—¿Bromita pequeñita? ¡Me hizo una serenata! Si no te hubiese descubierto, habría sido capaz de proponerme matrimonio, el pobre.— QuanZhe se rió.

—¡Y hubiese sido muy gracioso!— Contestó. Le pegué un suave puñetazo en el hombro.

—¡Para ti!— Respondí, y luego miré la hora en el celular. Diez minutos para la hora de encuentro y aún nos faltaba un viaje de casi una hora. —¡Ya vamos!—

Él asintió y salimos.

Nos subimos al auto de papá. (Claro que QuanZhe conducía. Yo aún no tenía el Carné.)

Me subí adelante, en el asiento de copiloto, y me abroché el cinturón.

Cuando QuanZhe encendió el coche, un chico salió de la nada y apoyó los codos en los asientos de ambos.

—Hola.— Dijo tan tranquilo. Chillé, asustada. Me pitó un oído gracias a mi propio grito.

Me giré rápidamente a verlo; se trataba de un chico con el pelo hasta el hombro, rojo fantasía, y de cara muy magra.

Justo cuando estaba por empezar el interrogatorio, QuanZhe me interrumpió.

—Bueno... Traje un amigo para no sentirme solo en medio de gente que no conozco. Espero que no te importe...— Suspiré, aliviada al descartar la idea de un intruso en el auto de mi padre.

—Al menos no molestarás a los míos...— Respondí. Miré a ambos como si siguiera el tramo de una pelota de tenis. —¿Qué edad tienes? Los menores no tienen permiso para entrar...

—Tiene 17, pero aparenta de más, ¿A que sí?— preguntó QuanZhe. Analicé al chico con la mirada para ver a detalle sus características físicas y faciales.

—Puede que cuele...— dije. — De todas formas, no se ilusionen; No sé si los dejarán pasar. No es una fiesta cualquiera. A mí me invitaron, a ustedes no.— Se miraron entre ellos, y luego, se encogieron de hombros.

—Sabemos colarnos.— Dijo él. Me extendió la mano. —WenJun, por cierto.— Se presentó.

—MingHao...— Corrigió QuanZhe. —Deja de robarle identidad a WenJun. Él debería denunciarte...— MingHao sonrió.

—Bueno sí, MingHao.— Admitió. Estreché su mano.

—_____ (T/N), un gusto.— Respondí. Él sonrió y soltó mi mano, para apoyar el codo nuevamente al lado de la cabecera de los asientos delanteros.

—El gusto es mío.— Dijo. QuanZhe lo miró mal. Justin le devolvió la mirada con cara de niño asustado. —Emm... También puedes decirme Justin, mi nombre a veces suele ser complejo.— Me encogí de hombros.

—De acuerdo...— Dije, para luego ver a mi hermano. —¡TÚ ARRANCA! VAMOS TARDE Y CHENGCHENG VA A MATARME— QuanZhe obedeció rápidamente, con cara de ardilla asustada.

—Wow. Recuérdeme jamás hacerte enojar.— Mencionó Justin. Lo miré mal sin pensarlo y él me miró asustado. —Lo siento.— Dijo, con voz aguda y ahogada, como la de la ardillita de La era de hielo.

—Siéntate y abróchate el cinturón. Será un viaje muy movido.— Le dije. Él obedeció.

QuanZhe empezó a manejar a la velocidad de la luz.

Así tenía que ser.

Como nos movíamos por autopista, no podíamos ir a dos por hora.