—No.
—_____(T/N), por favor dime. Si esto no es lo que quieres, no quiero obligarte a nada, no quiero que te sientas obli— Lo interrumpí.
—No es eso. Basta.
—Entonces dime qué pasa.— Abrí la boca para contestar.
—No creo que sea el lugar indicado.— Asintió y se rió amargadamente en silencio, subiendo y bajando los hombros.
De repente parecía querer llorar.
Agarré su mano y me miró a los ojos.
—Ven.— Le indiqué, y lo guié hasta la esquina de la calle.
—Escucha, ChengCheng. No puedes decirle a nadie que salimos.
—¿Por qué no?— Preguntó, confundido, y aún angustiado. Lo miré triste.
—Por mis padres. Ellos tienen una manía con que me volveré una drogadicta si salgo con la persona equivocada... Y... Se fijan mucho en los detalles. Si algo no encaja con sus espectativas, me alejarán de tí, ¿lo entiendes?— Expliqué.
—Tus padres me conocen, y no veo que me odien...
—No se fijan tanto en detalles porque te ven sólo como mi amigo.— Me miró incrédulo, y en respuesta rodé los ojos. —Vamos, cuando regresé a mi casa esta mañana ni siquiera recordaban tu nombre. Por favor, sólo no le digas a nadie. No te pido nada más.
—¿Planeas no decirles nunca?— Preguntó.
—Planeo prepararte.— Respondí, pisando sus palabras. —Enseñarte lo que ellos esperan de ti para que luego nos dejen en paz.— ChengCheng guardó silencio un minuto.
—Nos tendremos que esconder hasta entonces, ¿no es así?— Preguntó. —No podremos ni ser nosotros en la Universidad, porque la gente no puede saber, ¿no?— Preguntó en un tono furioso, pero a la vez tranquilo.
—Sólo por ahora.— Miró hacia otro lado y se quedó mirando ese punto en silencio por un buen rato, sin siquiera parpadear.
Parecía que se había congelado.
—... Está bien.— Dijo al fin, girándose a verme.
—¿En serio?— Lo miré sorprendida, sonriente.
Eso estuvo demasiado fácil como para ser cierto.
Él se encogió de hombros, fingiendo desinterés. Mi sonrisa se borró.
—Te conozco. No está bien.— Suspiró.
—No, no está bien. He querido que saliésemos por mucho tiempo, y ahora resulta que ni siquiera puedo disfrutar de lo que tenemos. ¿Cuándo seremos nosotros? ¿Sólo los fines de semana? No quiero eso.
—Cheng— Me interrumpió.
—_______(T/N), ya entendí.— Se encogió de hombros, con sus manos en sus bolsillo gracias al frío. —Haré lo que tú quieras, ¿si? No tengo más remedio de todos modos...— Sonreí y me abalancé a abrazarlo. Aunque él estaba serio y de mal humor, correspondió.
—Gracias, ¡eres el mejor novio del mundo, 丞弟!— Dije. Sentí que me dió palmaditas en la espalda. Le llené de marcas de labial toda una mejilla.
—¡Oye!— Se quejó. Me reí.
—¡También tienes en los labios! ¡No lo había visto antes!— Me dió un empujoncito juguetón.
—Tonta.— Dijo, sonriendo. —Tú tienes hasta en la nariz.
—¡¿QUÉ?!— Pregunté, sorprendida. Saqué mi celular, que lo tenía guardado en mi estrecha cartera, y me miré. Fingí llorar como una niña enrabietada al ver que tenía todo el labial esparcido a los alrededores de mis labios. —NOOOO, ¿¡Por qué no elegí brillo!? ¿¡Por qué tuve que ponerme este estúpido y sensual labial rojo!?— ChengCheng se rió, me agarró por la cintura, me acercó a él y me besó.
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骗子 Justin Huang y tú~ NEXT
Fanfic- Lo siento. -¿Lo siento? ¿Crees que puedes hacer lo que quieras cuando quieras? ¿Dañar los sentimientos de las personas como si no fuesen nada y luego hacer como que nunca pasó? - No sabía lo que hacía, ni lo que decía... De verdad lo siento - Ya...