En tus cicatrices se encuentra el odio profundo que a tus captores les guardas.
Las marcas de tu alma, tu sangre derramada, no tuvieron piedad con nada.
Los días soleados son los peores, a los monstruos les gusta aparentar, despertar temprano e ir a rezar.
El deseo de huir es cada vez mayor,
Pero no hay a donde ir, porque ellos no son los únicos, ni los peores.
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Lo que no puedo decirte
RandomDesvaríos de una adolescente. Cada capítulo es un texto diferente que no tiene nada que ver con el anterior. Si le das una oportunidad te lo agradezco, estoy haciendo esto con mucho cariño y espero que te llegue a gustar. La anterior portada esta h...