Odio los finales felices.
Vaya mierda, te los cuentan como si pasaran día tras día. Como si ser torpe y medio idiota sea la solución para tus problemas.
Un poco de realidad no me vendría mal o un poco de discernimiento.
Porque al final es mi culpa, por creerle a los cuentos, malditos romances ajenos.La realidad es complicada, con el amor no pasa nada, abundan los corazones rotos, y los no correspondidos.
Pero seguimos aquí, leyendo sobre el amor y sus finales felices, anhelando un romance así de bonito y puro.
Anhelando... siempre.
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Lo que no puedo decirte
LosoweDesvaríos de una adolescente. Cada capítulo es un texto diferente que no tiene nada que ver con el anterior. Si le das una oportunidad te lo agradezco, estoy haciendo esto con mucho cariño y espero que te llegue a gustar. La anterior portada esta h...