Antiguas generaciones de héroes

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En alguna parte interna de los aretes y el anillo que traían Marinette y Adrien, se escondían las almas de los antiguos héroes o parte de ellos estaban ahí.

Las altas horas de la noche en París mantenían a todos durmiendo; Marinette solo descansaba después de un largo día de ataques contra akumas, a su lado Tikki dormía tranquilamente o eso parecía. Ella abrio un ojo en dirección a los pendientes de su portadora, parecian parpadear levemente.

Sonrio divertida y se volteo para coger un sueño profundo.

Algo decía que Tikki sabía que sucedía con los pendientes, pues, si nos adentramos nos encontraremos a cierta chica amazonica peleando con sus compañeras.

-vamos, la chica esta dormida- exclamo la amazona -siempre queremos dar la vuelta y tu lo impides - suplico a la gladeadora que tenía cara de pocos amigos

-queremos suena manada- hablo la mosquetera haciendo que la contraria chasqueara la lengua restando importancia

-sabes que no podemos salir de la nada- hablo la egipcia

-lo hemos hablado, nuestro lugar es aquí- contrarresto ahora la china que meditada mientras flotaba levemente

-Agh, lo que quiero es ver a mi gato- mofo cruzada de brazos

-apenas te llevabas bien con el, su traje te parecía muy lanudo- hablo el chico que portaba plumas en la cabeza

-chiton, no porque hayas sido de los primeros significa que seas el mas sabio- se defendió en tono infantil

-No y tu tampoco- dijo sin mirarla causando que el enojo se apoderara de ella

-No hay día en el que no quieras pelea- cuestiono la mosquetera a la amazónica que luchaba por no golpear al chico.

-Lo que quiero es salir, soy un alma libre!- exclamo no mas que fastidiada

-Ugh, creo que el guardian te debio dar el miraculous del gato, incluso tu compañero era mas maduro- dijo la gladeadora.

Definitivamente eso hizo enojar la chica mientras gritaba por todos lados maldiciendo el lugar; conociendola, ya se le pasará.

Por otro lado, en la mansión Agreste, Plagg comía un bocadillo nocturno cuando su vista se guió al anillo. Lo vio con un brillo singular a lo que este rodo los ojos resignado.

-Entonces, podemos salir o no?- pregunto la chica con piel de pantera

-No lo se, yo solo recibia ordenes de mi señora- hablo con respeto un caballero con aires de gladeador

-de hecho, todos recibimos ordenes de las Ladybugs- respondio el leon negro

-sobre todo tú- reapondio con burla el mosquetero

El felino lo ignoro negando con la cabeza, bien era alguien dificil de provocar, pero mas valia estar lejos cuando eso pasaba.

-Cualquier orden de mi faraona valio la pena- respondio soñador el egipcio

-Tu tuviste suerte- se quejo el chino

-Algo me dice que este chico tambien lo tendra- apoyo la chica refiriéndose al ahora portador del anillo.

-Si, pero son tan tontos, así tanto ha avanzado la sociedad?- se pregunto el de ojos rasgados

-No se, que mas da- respondio indiferente el felino mayor.

-volviendo al tema, nos salimos o esperamos la orden de las Ladys?- se pregunto el egipcio.

Todos se veian entre si, no sabían que hacer, como ellos comentaron, solo recibían ordenes, no actuaban impulsivamente.

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