capítulo #3:Third Reich

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notas antes de empezar:

este capítulo está en el punto de vista de quien mató a Mexica, que ya está más que claro quien fue ozy, pero bueno, pensaba ponerlo a mitad de historia, pero nehhh, ya que estamos hablando del pasado de México ¿por qué no? xD

comiencen uwu

P.D. además de que ya tengo algo planeado para el nudo de la historia, todo bien perrón ozy, APRENDERÁN HISTORIA :D, bueno ahora si bai

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Un sentimiento de ira recorre la mente del alemán fascista, aún recuerda con claridad aquel día como si hubiese pasado el día de ayer, sus lamentos claman a gritos que nunca hubiera pasado aquella tragedia, al cruz esvástica le abundaba de dolor en su corazón, una y otra vez se repetía en su cabeza el hecho de que era un estúpido que le arruinó la vida a España y a México, que aunque antes ansiaba asesinar al español, se arrepiente ahora de tales atrocidades que cometió. En su cabeza yace la imagen de un pequeño mexicano de cinco años, herido y aterrado, viendo el ya fallecido cuerpo de su madre y el inconsciente de su padre, el de bandera roja mira con desespero al suelo de su habitación, sus ojos abiertos como platos reflejan un sentimiento de horror indescriptible, otro alemán mira desde el marco de la puerta con preocupación, sabe que su padre no está bien y le preocupa que le llegue a pasar algo debido a sus problemas, o que llegue a hacerse daño a él mismo -Papá... Te traje un café... ¿Te gusta con leche? Si no te gusta puedo ir a la cocina y prepararte otro o- el alemán menor tratando de no hacer enojar a su alterado padre entra a la habitación evitando el contacto visual entre él y el fascista de cruz esvástica -No te preocupes por eso Alemania, me gusta de cualquier manera, gracias, eres un buen hijo, ¿Que haría sin tí?- el fascista alemán mira a su hijo Alemania quien yace mirando al suelo tratando de perderse en sus pensamientos para evitar una mirada a los ojos de su padre, el bandera roja mira de nuevo al suelo frotando sus sienes, la cabeza le dolía un poco y creía que en cualquier momento caería al suelo, debía ser el cansancio, así que solo se concentró en tomar de su café, el otro alemán sale de la habitación dirigiéndose a la suya, entra, se tumba en la cama y toma su reloj mirando la hora, deseando que el día termine ya, el desea mirar a alguien que ha conocido recientemente, un joven que es hijo del enemigo de su padre, un soviético de bandera carmesí y su hijo ruso, pero no es que sienta atracción por él, es el único con el que puede platicar abiertamente sin tener que hablar de cosas intelectuales como lo haría con otros countrys, sabe muy bien que tiene a Italia para poder hablar, sin embargo prefiere hablar con el ruso por encima del italiano, es uno de los pocos amigos que tiene con los cuales hablar y reír, Alemania ya estaba enamorado de alguien, pero sabía que la relación era prácticamente imposible, ya que era mayor que él y no era alguien ajeno a él... Vivía en su mismo hogar y era imposible que se fijara en alguien como él, en especial cuando esa persona ya estaba enamorada de alguien y era de un chico más o menos de su edad, o un poco menor.

El bandera roja sale de su casa para poder caminar un poco y respirar aire fresco, en su camino, ensimismado en sus pensamientos, permanecen unos ojos grandes y rebosantes de felicidad, una mirada infantil e inocente, de sentimientos sinceros y más que verdaderos, como un niño, México, México era como un niño, sincero y sus ojos reflejaban lo predecible que podrían ser sus sentimientos, justo pensando en él mira hacia delante en su camino y cree ver a un joven, un joven que cree conocer de ya hace un tiempo, sus ojos se abren más y observa como el joven ríe de inmensa felicidad y sus mejillas están enrojecidas de la alegría, su cabello negro y brillante que parece de una textura suave al tacto, alto, sin embargo se ve algo bajo puesto que al lado suyo va un soviético bandera roja, de mirada siempre serena y atrayente para algunos, ese no era su caso, aún así su mirada transmitía paz y un ambiente amoroso como el que un padre te transmite, el joven mira hacia atrás y ve al cruz esvástica, sus ojos que reflejaban felicidad y alegría ahora reflejaban horror y aterro, este para de caminar para acercarse al mayor y esconderse entre sus brazos como si fuera un perro atemorizado con las orejas a gachas de miedo, el comunista mira hacia donde ve México y la mirada que se mantiene siempre tranquila ahora está alterada y alerta, el fascista siente correr por sus mejillas lágrimas y con su voz quebrada solloza, cae al suelo recordando todo lo que hizo en un pasado, el soviético se acerca al fascista reconociendo su rostro -Third... ¿Reich?- El nazi sollozando mira al suelo, México un poco más calmado se acerca al fascista lentamente, URSS se alarma, pero solo lo deja avanzar confiando en que nada pasará -Tu eres... Reich... El que mató a...- el cruz esvástica asiente varias veces tratando de calmarse y el mexicano un poco más calmado se acerca al nazi, URSS algo alarmado le detiene a México, el mexicano solo asiente en señal de seguridad y el soviético le suelta, México se agacha a la altura del fascista para verlo con seriedad y duda –P-pero, ¿Qué estás haciendo aquí? Habías huido antes, y creí... Que, no sé, estabas preso o algo por el estilo– Reich levanta la mirada a los ojos del mexicano, que aunque ya era un chico mayor, seguía teniendo esa mirada infantil y tan expresiva, clásica de él, pero, ¿Qué pasaba? ¿No le recordaba? Bueno, era de esperarse de México, aunque, ¿Lo olvidó de un día para otro? ¿Qué? – Si... Sabía que pensarías algo como eso, jeh, pero aquí estoy, con mi hijo y... Libre, nadie se enteró de nada, aún así, he cambiado...– Reich mira melancólico y nostálgico al rostro del mexicano, quien con una mirada más confiada y tal vez... Igualmente nostálgica, posaba sus ojos en los del nazi, el mexicano de un instante para otro, abrazó inconscientemente al alemán, Nazi, con los ojos llorosos y abiertos como platos mira exaltado a México, que le había abrazado, URSS desconfiadamente da un paso rápido tratando de alejar al joven de Third Reich, claramente sentía que no debía de dejar que lo abrazara, sabe perfectamente que México es ingenuo y Reich es un maestro de la actuación, pero también sabía que los ojos del fascista eran obvios de leer cuando se trataba de una mentira, este no era el caso, Reich se sentía bien, sus ojos transmitían paz y un ambiente cálido, el nazi sin dudarlo un segundo se aferra a las prendas de México, el mexicano cree sentir como se destensa el cuerpo de Nazi -Gracias... Lo necesitaba, chiquillo- México se extraña por un momento ¿Qué? ¿Qué tanta confianza tendrían entre los dos como para que le dijera chiquillo? obviamente no recuerda nada, aún así, siente que como Nazi dijo, era necesario hacerlo.

El amor surgido de una tragedia |URSS x México Countryhumans| CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora