Un Cambio De Guión (Yoonmin)

Buenas intenciones, malas decisiones

Taehyung había sido educado con la idea de que el matrimonio era una institución sagrada, llena de reglas que se debían de seguir al pie de la letra y que el divorcio nunca era una opción, si algo fallaba dentro de la relación era deber de ambos hacer hasta lo imposible para mejorarlo, creía en eso firmemente, era esa la razón principal por la cual había aceptado ser entregado a otro hombre, sin embargo nunca pensó que esa decisión fungiría como un elemento clave para comenzar a juzgar su matrimonio.

Aunque él había estado de acuerdo en el trato sentía rencor hacía su esposo, porque él jamás sería capaz de pedirle algo como eso, le entrego a otro hombre cuando años atrás le decía que quería ser el único hombre en su vida, estaba confundido, porque Jeon Jungkook no era alguien que pudiera simplemente olvidar, mucho menos ahora que parecía estar interesado en él, no había día donde no recibiera mensajes, a veces con tono tierno otras siendo un total pervertido, no quería llegar a admitir que Jungkook había logrado llenar su vida de emoción en tan sólo tres semanas mucho menos de lo que HyungSik había hecho en años.

Ya no quería acostarse con su esposo, el sólo hecho de ser tocado por este le revolvía el estómago, sus besos le recordaban a loa de cierto pelinegro que era tan intenso que le dejaba sin aire, estaba perdiendo la cabeza.

Había cambiado su vida por completo al estar casado, antes era modelo, cosa que le encantaba hacer, podía viajar y conocer el mundo, HyungSik al principio acepto su trabajo pero con el tiempo comenzaron los reproches por no estar en casa esperando su regreso, la presión ligada a los comentarios de sus suegros y de sus propios padres sobre las responsabilidades que no estaba cumpliendo hicieron que al final decidiera dejar lo que amaba. Pronto dejo de comportarse como un chico de su edad para ser maduro y responsable, la ropa que usaba quedo olvidada en un rincón del closet al igual que cualquier sueño que tuviera fuera de su hogar, lo acepto porque amaba a su esposo como a ningún hombre pero ahora dudaba de sus propios sentimientos.

Jimin ayudaba a calmar su angustia y la culpa que sentía por estar encamándose con otro hombre, este le decía que todo estaba bien, que no tenía de qué preocuparse porque el único culpable de su desprecio era HyungSik, Taehyung sabía que eso no era verdad, si su matrimonio se estaba rompiendo era por responsabilidad de los dos, pero quería engañarse a sí mismo aunque sea por unos momentos.

Jungkook era todo lo opuesto a lo que había esperado en un hombre, era exitoso, realmente apuesto y un dios en la cama pero no tenía ese sentimiento hogareño o de pertenencia, era notable que lo suyo era sólo una cosa del momento, cuando Jeon perdiera el interés él se quedaría nuevamente inmerso en esa burbuja de perfección que había creado dentro de esos cuatro barrotes que llamaba hogar, sabía que estaba siendo utilizado pro dos hombres, pero dejo de importarle y decidió ignorar el dolor en su pecho, era mejor disfrutar de esas cálidas manos recorriendo su cuerpo que llorar por ser un idiota.

Una de las cosas que realmente le gustaba de estar con Jungkook era que este sabía como tratarlo, le miraba como si volviera a ser un modelo, con completa admiración, cosa que HyunSik dejó de hacer hace mucho tiempo.

-Entonces son mafiosos -dijo con una sonrisa

Estaba a horcajadas en el cuerpo del fuerte pelinegro, este se encontraba sin camisa, sólo con esos pantalones de mezclilla oscuros que tanto le gustaban, Jungkook mantenía las manos en su cintura cubierta por su camisa blanca, ambos en el sillón de la sala esperando la pizza que alimentaría sus cuerpos hambrientos después de una tarde de sexo.

-No, no son mafiosos -respondió con un bufido-Mi familia sólo transporta armas

-Osea que son mafiosos -soltó una carcajada divertida, siempre que estaba cerca del pelinegro reía sin remordimiento