Mala idea

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No había podido ver a Taehyung, de hacerlo posiblemente este hubiera impedido que llegara a aquel lugar, era un completo error pero ¿Qué más podía hacer? necesitaba hablar con Yoongi aunque sea una última vez. 

Era la empresa de Min, sabía por la boca del mismo Yoongi que tres días a la semana estaba ahí al igual que su hermano para ayudar a su padre, era un empleo por obligación que hacían para aligerar el trabajo de su padre, no conocía a la familia de Yoongi y jamás había estado ne ese lugar, sin embargo era la única vía que tenía para acceder a él. Estaba nervioso, nunca le habían sudado tanto las manos, tomo una enorme bocada de aire y cerro la chamarra oscura que llevaba, esta cubría lo suficiente su vientre, que en dos semanas había crecido lo suficiente como para hacerse notar. 

Entro a la empresa mirando alrededor al cúmulo de personas que iban de un lugar a otro, como no sabía a donde dirigirse camino al lugar donde una linda mujer se encontraba, esta le miro con una sonrisa, ayudaba mucho que el aspecto físico de Jimin fuera de una belleza casi irreal. 

-Buenos días, bienvenido a MinIntercorp ¿En qué puedo ayudarlo?-dijo con una voz dulce 

-Vengo a ver a Min Yoongi, soy Park Jimin un...amigo -dijo con dificultad 

La chica asintió algo impresionada porque jamás en sus años laborando había visto que alguien buscará al mismísimo Min Yoongi quien tenía la fama de ser una persona reacia a pasar tiempo con otras personas que no fueran miembros de su familia. 

-Le avisaré que está aquí, si gusta puede tomar asiento -señalo una sala muy elegante a la derecha, Jimin asintió nervioso y se encamino a sentarse, sus manos aún estaban frías por el nerviosismo por lo que trataba de frotarlas para entrar en calor, esa era una fría mañana de inicios de noviembre. 

-Espero que tengamos suerte esta vez terroncito de azúcar -susurro acariciando tenuemente su pancita





















Yoongi escucho lo que la recepcionista decía al otro lado de la linea, su boca se seco y su corazón comenzó a latir con una fuerza descomunal, volviendo a la vida después de días donde había parecido un muerto en vida, el nudo en su garganta creció, deseaba decirle que lo hiciera pasar pero no podía, Hoseok quien estaba frente a él le miró con una ceja alzada. 

-Dile que no puedo recibirlo -dijo con voz inestablemente dura antes de colgar, mordió el interior de su mejilla para no soltar una maldición 

-¿Quién era?-preguntó su hermano con curiosidad por la manera en que Yoongi había cambiado su humor, no era como si esos día estuviera saltando de felicidad pero al menos podía controlar su estado de ánimo estando en presencia de otros.

-Jimin está aquí-dijo antes de mirarlo -Por favor ve con él

Hace días que Hoseok había tenido que confesarle a su hermano de donde conocía a Jimin, este lo acepto como una coincidencia burlesca de dios o el destino, ahora comprendía por qué su hermano no estaba de acuerdo en su decisión. Eso le convenía porque de alguna manera seguiría sabiendo de Jimin, no estaría del todo ajeno a su vida. 

Hoseok al comprender todo miro con una mueca a Yoongi quien seguía mirando sus manos apoyadas en el escritorio -Habla con él -dijo en tono de suplica 

-No. no lo haré y no es mi culpa si se siente mal, yo fui muy claro al decirle que no lo quería ver cerca -sentenció con un tono de voz tan frío que molesto realmente a Hoseok 

-Eres un hijo de puta -dijo antes de abandonar la oficina dejando a un pálido tras de sí con lágrimas en los ojos. 























Un Cambio De Guión (Yoonmin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora