Aquella fiesta lo cambio todo. Josephine harta de ser sumisa de su novio decidió salir con sus amigas a escondidas sin que él se enterase. Ella no buscaba nada pero lo encontró. ¿Estará dispuesta Josephine a explicarle a su novio lo que pasó esa noc...
-Au- me quejé mientras llevaba la mano a la cabeza. De pronto note como mi mano se me humedecía. Era sangre.
Iba a levantarme pero de pronto me di cuenta que estaba atada a una silla con cuerdas. Me encontraba en ropa interior. Asustada, empecé a revisar todo el lugar. Estaba en una especie de cabaña vieja. Yo me encontraba en una especie de salón. Había una cocina y habían dos puertas más. Supongo que una seria para el baño y la otra para una habitación. No tenia ventanas por lo que no sabia bien dónde podía estar pero tenia que salir de aquí lo antes posible.
Se abrió la puerta y mi corazón se puso a mil. Mason entró.
-Bueno, quien se ha despertado después de 2 días-
-Qué me has hecho- dije asustada
-Nada-
-¿Por qué estoy casi desnuda?- dije temblando
-Hacia mucho que no teníamos algo de intimidad-
-¿Qué?- dije con la voz temblorosa
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-Preciosa, sabes que te deseo siempre y quería volver a ver tu cuerpo- mientras acaricio mi cara.
Intentaba taparme pero era imposible.
-Mason por favor, escuchame- le dije mientras veía como daba vueltas de un lado para otro.
-Que quieres- dijo poniendose de rodillas frente a mí.
-¿Has tomado drogas?- dije asombrada viendo sus pupilas muy dilatadas -¿desde cuándo has echado todo a perder?-
-Desde que estas con ese gilipollas-
-No estoy con nadie-
-Josephine deja de ser tan mentirosa... desde que le conocí supe que te morías por él, solo hay que ver como actúas!
-Pero eso no indica nada-
-QUE DEJES DE CREER QUE SOY GILIPOLLAS- me dijo chillando a pocos centímetros de mí.
Intentando relajar la situación, volví a recordar la herida que tenia en la cabeza.
-Necesito ir a un medico... he perdido mucha sangre y no me encuentro muy bien..-
-No vas a ir a ningún sitio-
-Por favor-
Tras eso, recibió una llamada.
-No digas nada o todo será peor Josephine, te lo prometo-
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Respondió y nervioso se empezó a mover por la cabaña. Por lo que pude entender querían hablar con él.
Cuando colgó tiro el móvil contra la pared y lo reventó. Asustada comencé a temblar.
-JODERRRR- dijo gritando tirandose de los pelos.
-Tranquilo- intenté decir.
Al escuchar mi voz fue hacia mi y me pegó un tortazo.
-TODO ES CULPA TUYA, TE ODIO- soltó de pronto.
Empezó a desatarme las cuerdas, me cogió y me llevó hacia una de las puertas que habia visto antes.
-SUELTAME- dije mientras me movía como podía.
-Ya que solo me jodes la vida, por lo menos voy a disfrutar de ti-
-POR FAVOR, DEJAME, NO ME HAGAS DAÑO- dije entre sollozos.
Mientras me ató al cabecero de la cama, yo seguía chillando y pidiendo ayuda, pero de nada servia.
-CALLATE YA- mientras me acercó un paño a la nariz en la cual perdí la consciencia y quizás era lo mejor que me tenia que pasar para no saber qué me hizo ese demonio.
