UN PAR DE ALAS

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Samael

No sabía que tenía en mente Rael, no debía ser muy bueno; todo a nuestro alrededor era como un basurero y olía peor de lo que se veía restos que parecían carne, sangre derramada;¿ qué era este lugar?

Tomo a Abdiel por el cuello y lo llevo al fondo del lugar y lo encadeno

- Hay Samael si algo debes aprender es a no hacer tratos conmigo, lo siento mucho pero Abdiel no se va a ningún lado

- Pero tu... suéltalo maldito!

- A ver a ver Samael aquí el que manda soy yo. Al momento le corto las alas a Abdiel, su lamento se debió escuchar hasta la Tierra Rael era un hijo de puta ahora más que nunca quería matarlo

- Eres un hijo de puta Rael

- Suéltenlo! Sabes Samael quería cortarte tus alas, pero eso lo harás tu solo. Era tanta su burla, sabía que nuestras alas nos hace ser lo que somos

Bajaron a Abdiel sangraba tanto me acerque a él y se me llenaron los ojos de lágrimas por la escena que estaba presenciando por mi culpa Abdiel estaba ahí, por mi culpa Abdiel dejaba de ser hoy un ángel.

- No te preocupes por mí. Me miro sabía que eso jamás en mi vida lo olvidaría

- Perdón hermano, perdóname por permitir esto, te juro que lo matare

- Samael... ahora no solo tú lo quieres matar, lo hare yo ese bastardo pagara el haberme mutilado

Jamás había visto así a Abdiel veía verdad en su mirada no estaba jugando con las palabras que me decía, estaba convencido que si yo no lo mataba él lo haría

- No entiendo por qué el dijo que tu solo te cortarías las alas

- Que bonitos esto es digna de una foto, son tan patéticos. Bufo Rael

- Te voy a matar-. Rugió Abdiel

- Tu matarme, no me hagas reír si de todos los ángeles tu eres el más inútil, de nada sirves ni aquí ni allá te estoy haciendo un favor deberías darme las gracias hermanito, por otro lado Samael. Me miro – Tu mi querido Samael vas a implorarme que yo corte tus alas y te vuelva un demonio sabes por qué; porque vas a recordar tanto que te veré arrastrándote, implorándome pero yo no tocare tus alas ese será tu castigo. Rozo con su mano mis alas – De todos nosotros tú tienes las alas más hermosas no sé por qué papá te las dio a ti, no sé por qué tu siempre fuiste primero te odio tanto, quiero verte sufrir eso es lo único que deseo no sabes cuánto tiempo espere esto, creí que nunca llegaría pero mírate ahora estas a mi merced

- No por mucho tiempo Rael

- Me estas amenazando Samael?

- Tómalo como quieras, subestimas demasiado a Abdiel yo que tu no lo haría-. Se burlaba pero Rael no conocía a Abdiel tanto como yo

- Ninguno de ustedes me provoca nada, son tan patéticos. Se marchó junto con él se fue Adriel, los demás nos arrastraron hasta el lugar donde estábamos durmiendo.

Lo que le habían hecho a Abdiel era lo peor que pudieron hacer, ambos sabíamos que ya no era un ángel, no sabemos que más es lo que harían


Amiel

Las horas parecían días sin Samael, por alguna extraña razón no podía creer del todo en Miguel no quería que él me cuidara, tenía que saber por Samael que lo que me había contado Miguel era verdad quería saber si Samael era un familiar o si era un invento de Miguel para que me olvidara de lo que algún día tuve con su hermano, por otro lado necesitaba encontrar a mi padre, no sabía si se encontraba en el mismo lugar que Samael o si "Rael" lo había echado del lugar que mi padre había creado

"Miguel te necesito"

- Vaya al fin me necesitas? Es muy extraño no?

- Necesito de ti aunque no me parezca

- Y crees que con esa actitud tan arrogante te voy ayudar humana

- Pues eso espero tu dijiste que ahora tu estas a mi cuidado entonces espero que me ayudes

- Para que me necesitas?

- Quiero encontrar a mi papá

- Estas segura de que quieres verlo? Estas lista para conocerlo?

- Si, si quiero

- Está bien mañana te llevare con el

- ¿Qué?¿ Así de fácil?

- Si así de fácil soy tu ángel, no porque Samael no haya hecho bien su trabajo y te haya ocultado muchas cosas significa que yo soy igual; mañana paso por ti. Se marchó no tenia de otra que confiar en él...

Ahí estaba aquel ser angelical sus alas eran únicas jamás se habían visto unas alas similares a las que el portaba, sus ojos azules en ellos se podían ver el universo, su fuerza era descomunal cada adversario era derribado por él, solo cenizas quedaban de aquello seres oscuros, lo veía mientras me ocultaba de pronto, apareció aquel ser sus ojos eran completamente negros tomaba al ángel por el cuello era unos centímetros más bajo que el ángel pero aun así lograba que despegara los pies del suelo de pronto veía unas alas negras descomunales volaba con el de pronto solo veía un punto negro y uno blanco y entonces del cielo caían esas alas hermosas...

Despertaba de ese sueño mi corazón latía tan rápido sudaba un miedo se apodero de mi ser había soñado con Samael, siempre soñaba lo mismo siempre el perdía sus alas, necesitaba verlo, lo necesitaba tanto no me importaba un carajo la historia de Miguel yo... yo lo amaba.


Samael

Me desperté de golpe sentía una opresión en el pecho sabía que era Amiel, sabía que me necesitaba no saber qué era lo que estaba pasando con ella me estaba volviendo loco, estar aquí era el peor castigo que mi padre pudo haberme otorgado lo único que deseaba era estar frente a él una vez más y poder encajarle esa espada por haberme mentido de esa manera, porque nunca se atrevió a decirme quien era Amiel, ahora lo sabía ahora lo tenía claro pero aun así no podía dejar de sentir por ella lo que estaba sintiendo; este ahora era mi hogar aunque no lo quisiese y de aquí no iba a salir a menos de ser yo el amo ahora entendía a que se refería el infeliz de Rael él no me mutilaría porque sabía que cada vez que yo sintiera esto por Amiel iba a desear arrancarlas yo.

- ¿Estás bien hermano?

- Si Abdiel ¿por qué no descansas?

- Me duele demasiado no he podido dormir bien

- Lo se Abdiel, yo debería de estar así no tu

- Por qué no dejas de culparte por todo Samael, estoy harto de escucharte así, unos días tienes los cojones para querer matar a Rael y ahorita donde tienes ese coraje todo el tiempo te estas culpando por el hecho de que este aquí, entiende que estoy aquí porque quise yo no falle en nada pero si estoy aquí es para estar contigo para que puedas hacer lo que no hiciste cuando éramos libres así que deja de recriminarte por todo y haz algo ya

- Tienes razón Abdiel lo mataremos, pero antes debo de ser como tu

- ¿Cómo que como yo?

- Me cortare las alas

- ¿Estás loco? Ya viste las alas de Rael son inmensas mucho más que las tuyas, tu eres el único ángel con las alas más grandes pero el, él te supera por mucho además que son unas alas horribles para mi gusto, no seas imbécil deja tus alas o como pretendes matarlo ¿mutilado?

- Gracias por estar aquí Abdiel

- No me agradezcas nada y mejor hagámoslo ahora

Enfrentaría a Rael no sé de donde agarraría coraje para hacerlo pero lo haría, lo mataría por todo lo que hizo...

Mi nombre es Samael (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora