TU ESTARÁS CONMIGO

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Samael

Sabía que es lo que debía hacer tenía que hacer, que se acercara a mí y solo así podía acabar con él, Abdiel pensaba que mi plan no funcionaría pero Rael la quería, la necesitaba era obvio que el sí sabía lo que era Amiel y nosotros no, nosotros no sabíamos nada y Rael ya nos tenía mucha ventaja era claro que solo papá sabía no podía recurrir a ninguno de nuestros hermanos, solo podía entregársela y mantenerla viva tal vez debía llegar a un acuerdo y también ir yo; Rael me quería con los suyos si nos entregaba podía saber más, podía salvarla y podía matarlo.

Por Dios que carajos estoy pensando...

- ¿Samael estás bien?

- No, no estoy bien Abdiel le estoy dando muchas vueltas a esto y me está acabando necesito fuerza

- Debes descansar sabes que aquí en la tierra no somos como en el cielo y menos si tenemos estos cuerpos

- Abdiel... He pensado y creo debes volver al cielo

- Es enserio cuando dijiste que la entregarías?

- No solo a ella también iré yo; Rael me quiere ahí y si voy podré evitar que la mate, necesito estudiarlo si no jamás podré matarlo

- Que dices Samael! ¿Crees que voy a dejar que vayas con él? Por el cielo es lo más tonto que te he escuchado decir

- No logró pensar en algo más, ¿tú qué harías? Qué harías para salvarla

- Hacer una guerra aquí no irme al matadero

- Yo lo que quiero es matarlo, si lo hubieras visto comprenderlas por qué debo hacerlo así

- ¿Tienes miedo Samael?

- No había visto una forma como la de él y si todos los desterrados son como él? Logro percibirme yo creo que no lo había hecho cuando paso frente a mi

- Samael... Como pretendes llevarte a Amiel ¿qué pretendes decirle?

- Hagamos una guerra aquí Samael ya se que no soy el mejor en esto pero quiero seguir aquí contigo

- Entiende que no quiero arriesgarte no sé hasta dónde puede llegar

Nunca había tenido esa sensación de saber que algo podía salir mal tenía miedo, mucho miedo Rael ya no era un ángel era despiadado no le importaba nada más que llegar a su cometido sabía que no hablaba a la ligera se la llevaría y no sabía cómo detenerlo.

Amiel

Tuve una extraña sensación sentía que algo estaba mal como si se tratará de un presentimiento mi nana se metió en mi cabeza sólo pensaba si estaría bien; subí rápido a verla, ahí estaba cocinando como siempre

- Hola Nana ¿cómo estás?

- Mi niña has llegado, yo estoy muy bien ¿cómo te fue?

- Muy bien mana

- Ya casi está la comida mi niña

- Perfecto nana subo a dejar mis cosas y comemos-. No podía quitarme esa sensación no me gustaba sentir que Nana estaba en peligro que Nana podía faltarme algún día

Después de la plática que tuve con Samael volvió a ignorarme es como si no existiera en su mundo no lo entiendo lo que me hace sentir no lo había sentido por ningún otro chico si tuviera que explicar lo que siento por el serían "mariposas en el estómago" no lo conozco pero me provoca las ganas y no lo entiendo; su hermano me dijo que siempre ha sido así desearía poder acercarme a el de nuevo y ver las estrellas en sus ojos.

Mi nombre es Samael (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora