𝑪𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 4

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La tenue luz de aquel cuarto asqueroso, a causa de la baja limpieza que recibida aquellos sanitarios, hizo que Taehyung no se diera cuenta de la presencia tan reconocida.

Se sentia con tanto temor al no saber que iba a pasar con si mismo dentro de unos años, ¿Acaso algun dia tendrá ese futuro lleno de prosperidad y felicidad asegurada?

No fue hasta el sonido de la suela de unas botas resonar por todo el lugar hizo que su cuerpo actuara en alerta y saliera de la realidad, quedando con una posición tensa. Si es que se llegara a complicar las cosas, estaba listo pada correr de aquel sanitario.

–Hey, ¿Necesitas ayuda niño?– en cualquier momento, Taehyung se hubiera enojado por el apodo que le estaba nombrando un extraño, sin embargo, al reconocer la voz del "Extraño", sus mejillas se expandieron de un color rojizo intenso. Taehyung en pretexto, solo escondió su rostro entre sus manos.

Era una persona tan más inmadura.

En el rostro de Kim se podía notar la pequeña hematoma quien adornando en sus pómulo, gracias a que esto era más notable al hacer contraste con el color rojizo de sus mejillas.

– S-soy solo u-un grado menor que tú– su particular voz profunda, se notaba tan nerviosa que le costaba un poco jalar aire por la nariz. Jungkook se percató de aquello.

Sin importarle cualquier cosa, dio la utima calada de cigarrillo, para después tirarlo al suelo y aplastarlo cor la gran suela de sus botas. De su chaqueta, abrió el cierre de los bolsillos para ahí, sostener entre sus delgados dedos la pequeña barra de chocolate con cereza seca y almendras. Era una manera eficaz de tranquilizar a las personas para entablar una conversación.

Al ya tener el chocolate entre sus manos, miro con curiosidad a Kim quien este aún se encontraba con la cabeza agachada.

–Dejame ayudarte– Jungkook miro el empaque rojizo, buscando información de este, encontrando con los productos mezclados que contenía aquella barra de ese exquisito cacao– No es necesario que me cuentes lo que a paso si no quieres. Pero al menos déjame sacarte de aquí.

Después de esas palabras, el silencio reinó en el lugar, haciendo que Taehyung se quedara pensando ¿Por qué?, ¿Por qué aquel joven amable se le acercó preguntándole si estaba bien? diciéndole palabras que de cierta manera le causaba Consuelo, y llenas de preocupación.

–¿Eres alérgico a alguna semilla?, ¿Al chocolate?– Taehyung al escuchar esas palabras, nego con su cabeza, confundo de la situación.

–Entonces toma– Lentamente, extendió el chocolate en dirección al chico, quien el contrario aún tenía la cabeza agachada a causa de la vergüenza y miedo.

¿Acaso era su imaginación, o el chico de chaqueta negra procuró que el, no fuera alérgico a algún producto?

El miedo lo invadió al pensar en asustar al primer chico quien se le acercó amablemente después de un gran largo año dentro de esa escuela.

–Tomalo, tal vez te ayude– Taehyung aún en duda , antes de levantar la cabeza, puso su mano sobre su ojo, de esta manera procurando en protegerlo y así no sea visible.

Levanto su dulce carita dejando en vista, sus pómulos y mejillas rosaditas a causa de la recién mezcla de emociones continuas, su ojo color miel estaba igual de rojizas que sus mejillas, pero para la alegría de Jeon, estas ya solo mostraban rastros de lágrimas.

Sin embargo, Jungkook aumentó su preocupación en silencio al ver el menor cubrir su ojo izquierdo, ¿Es posible que lo hayan lastimado en esa zona tan delicada?, ¿Debería de hacer algo al respecto?

La respuesta es un no, aunque quisiera y platicar con Kim acerca de avisarle a las personas encargadas del bienestar emocional educativo de mierda, no podía hacer más haya de eso, no podía por que no le corresponde hablar, cuando realmente es el quien debería de hacerlo.

Vio como el menor se complicaba por abrir el empaque del dulce, y este rápidamente extendió la mano, dando a entender que se lo diera, consiguiendo lo que quería a los pocos minutos.

–Debes de tener cuidado– dijo abriendo del empaque, dejando un poco descubierto la dulce, volviéndolo a dárselo para que lo digustara de una manera más sencilla.

Solto un suspiro lleno de pesades al ver al pobre chico. Sin más, dejo el lugar donde estaba para retomar la ruta al lavadero, dejando que en sus manos recorriera el agua fría.

Acomo su cabello de la manera en que quedara una coleta, la amarró y lo soltó. Algunos cabellos rebeldes fueron a su frente.

Voltearia para ver en que estado esta Kim, y llevarlo a la enfermería, pero sus planes fueron destruidos cuando encontró un parche tirado serca de sus botas, se agacho y lo agrarro, mirándolo.

Lo que no vio, es que el de cabellera morada tenía una mirada de preocupación y temor.

La tencion entre ellos dos se expandió.

–¿Esto es tuyo?– la pregunta resonó dentro de su cabeza como el hueco de su corazón exclamando por liberar la pesadez, quien gritaba de desesperación, deseando por fin, tener a alguien con quien compartir hermosas fotografías mágicas.

En respuesta solo se limitó a soltar sus lágrimas en forma silenciosa, no quería sobrepasarse, no quería volver a recordar todo lo sucedido, pero ahí estaba, atormentado, escapando de los problemas sin poder enfrentarlos como debía.

Quería ser fuerte, quería dejar de pensar en ello, pero no podía, trataba de dejar aquellos pensamientos malos y confusos, llenándolos con amor, compresión y más que nada hermosos recuerdos pero simplemente no complementaba, su mente siempre cuando se le daba la oportunidad lo atormentaba con aquella escena, con aquello que había pasado.

Todo aquello que estaba pasando, todo aquello que sentía ¿Era normal?, ¿Era normal sentir tanto miedo por confesar la amarga verdad de este mundo asqueroso y repugnante?, ¿Es malo contar con alguien?, ¿Por qué siente tanto temor en tan siquiera escuchar el nombre de esos acosadores que lo destruyeron tanto de manera interna como externa?

El de tatuajes tenía una silueta imaginable de impacto ante presenciar ese escena desgarradora. Si bien, antes ya solía tener una escena muy mal marcada, ver a una persona con la playera blanca que traspasaba ese color rojizo, casi vino adornando entre su cara hematomas, unos ojos expresivos de dolor, y un brazo sin curar. Ahora dentro de todo eso, se mostraba un aura lleno de arrepentimiento inoportuno, sabia que se estaba lamentando, sabia que se esta culpando por todo lo que pasó.

Sin pensarlo mucho, avanzo hacia el hasta tenerlo cara en cara, sus rodillas pegaban en el suelo, para de esta manera, tenerlo más serca.

¿Debería de hacerlo?

De repente, el sonido de la falta de aire se hizo presente. Y es cuando Jeon Jungkook se dio cuenta.

Estaba teniendo un ataque de pánico.

–Hey, Cherry– Taehyung sintió unas manos grandes y venosas tomar las suyas de una manera tan delicada, como si se tratase del cuidado de una bella flor.

Y es que lo era.

Lo era al menos para Jungkook.

Por que el podía ver algo que los demás no podía, y es que el alma tan angelical que aportaba Kim Taehyung era tan grande que la humanidad lograba envidiaba. Eso lo noto cuando gracias a el, hizo que Jeon se sintiera orgulloso de tal y como es.

Jungkook buscó a ese chico por años.

Y ahora que lo tiene, no pensaba en soltarlo y dejar que alguien lo lastime.

El se encargará de cerrar de todas esas aberturas dentro de su piel ídem corazón.

Todo desde un amor desde niños.

-¡¡El nerd de la clase a regresado!!-  KookV ♦️♠️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora